Primavera Sound: Björk llevó el Colón a la Costanera en un día 100% femenino
La propuesta de la ambiciosa artista fue la frutilla del postre de una jornada con un lineup nunca visto en un festival internacional en Argentina.
El próximo sábado en la Costanera Sur 80 minutos después de que Hernán Cattaneo (uno de los DJ’s más prestigiosos del mundo) termine con su set, Pablito Lescano y L-Gante harán de las suyas exactamente en el mismo escenario. Si al carácter de paridad de género en todos los sentidos de la palabra que caracteriza al Primavera Sound le faltaba algo fue la ambiciosa propuesta que durante 75 minutos Björk llevó a cabo en el set principal de una jornada con un lineup íntegramente femenino.
La artista islandesa en esta gira sudamericana está haciendo sus conciertos con orquestas locales y para su cita en Buenos Aires fue el turno de nada menos que la Orquesta Estable del Teatro Colón. La cantante detalló este aspecto hacia el final de su espectáculo desatando la algarabía de todos los presentes.
Aparte de esta mención, la cantante mostró dificultades con el español reiterando el término “gracias” entre tema y tema casi sin excepción ni agregados. De todas formas, no hicieron falta ni este ni otros trucos demagógicos y hasta resulta inapropiado destacar la ejecución de alguna canción en particular fuera del contexto de lo que pasó en la noche del miércoles: fue una auténtica obra en vivo de 14 canciones durante una hora y quince minutos en la que hasta la falsa despedida tras las bellas Hyperballad y Notget y previo al final a toda orquesta (nunca mejor dicho) con Pluto fue menos creíble que de costumbre y así permitió no quitarle cohesión al momento, como quien disfruta de una ópera en un prestigioso teatro y no quiere perderse ni el más mínimo detalle.
La duración limitada del set (habitual en un festival) le jugó una buena pasada a Björk: lo que en poco más de una hora resultó orquestal, original y del gusto de la mayoría del público podría haber resultado algo monótono y tedioso en una duración más extensa.
A la artista principal también le sumaron en este sentido los distintos colores sonoros que pintaron la tarde. Mientras el público iniciaba el ingreso al predio, Feli Colina (el crédito local del día) abrió la jornada con un set de media hora basado en la reinterpretación del folklore nacional modelo 2022 que domina su presente artístico: amén de alguna excepción puntual, su show consistió de temas de “El Valle Encantado” (disco con claras raíces folk y una de las mejores producciones nacionales de lo que va del año) y reversiones de canciones clásicas del folklore argentino que no se sorprendan si van a parar a una especie de disco anexo de su última placa.
Después fue el turno de Javiera Mena. A la artista chilena poco le importó que su set tuvo lugar a las seis de la tarde bajo un sol imposible y le imprimió a los 45 minutos de su actuación un concepto bien acorde con el nombre de su último álbum “Nocturna”: la cantante no tuvo atisbos de duda en sacrificar detalles y hasta partes enteras de algunas de las 10 canciones que utilizó durante su set para sentar las bases de una fiesta pop en clave electrónica.
Ya en el anochecer, Julieta Venegas hizo un culto a la canción pop latinoamericana pero con dos partes bien marcadas en su show, casualmente en una interesante transición hacia el concierto de Björk. En la primera interpretó cuatro canciones solamente con su formación habitual, destacándose como punto alto su interpretación de “Eres para mí” que tuvo como introducción una parte de “Lo siento BB”, el hit bolichero que la artista mexicana grabó con Bad Bunny y Tainy. En la segunda se sumó un ensamble de cuerdas y se destacaron la nueva “Caminar sola” (una canción sobre los miedos de las mujeres al trasladarse solas de noche por las calles) y las clásicas “Limón y sal” y “Me voy”.
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