Denuncian "intento británico de manipular la cuestión Malvinas"

Política

La Cancillería que el Reino Unido convocó a una votación "de los pobladores que ese país implantó en las Malvinas" para preguntarles sobre la disputa de soberanía.

La Cancillería argentina denunció este viernes que el Reino Unido "convocó a una votación de los pobladores que ese país implantó en las Islas Malvinas para preguntarles" su postura sobre la disputa de soberanía con la Argentina, en lo que calificó como un nuevo "intento británico por manipular la cuestión Malvinas".

"El Reino Unido carece de derecho alguno a pretender alterar el estatuto jurídico de esos territorios, aún con el disfraz de un hipotético `referéndum´", afirmó la cartera que encabeza Héctor Timerman en un comunicado alusivo al irregular referendo del domingo y lunes próximos.

"La República Argentina lamenta estas iniciativas irresponsables y de mala fe del Reino Unido e insta a ese país a reconsiderar seriamente su política orientada a desinformar sobre la realidad jurídica y política del territorio disputado que habita", señaló el texto.

En la misma línea, desde la cartera diplomática se aseguró que Gran Bretaña "pretende tergiversar la verdadera condición jurídica en que se encuentran esas islas", y se recordó que "Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son objeto de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido que ha sido reconocida por esos dos países y por la comunidad internacional en su conjunto".

En el comunicado se resalta además que "en lugar de cumplir con sus obligaciones internacionales reanudando negociaciones con la Argentina para resolver esa controversia, la parte británica procura introducir elementos orientados a distorsionar, cambiando la definición que el derecho internacional hace de esa controversia, que se refleja en reiterados pronunciamientos de la comunidad internacional".

Esa actitud por parte del Gran Bretaña fue calificada por la Cancillería como "una actitud claramente demostrativa de la falta de fundamentos para sus pretensiones y sobre todo carente de buena fe".
Por otra parte, en el texto se concluye que el intento británico por "tergiversar" la controversia es producto de que Gran Bretaña es "consciente de su aislamiento internacional en relación con la Cuestión Malvinas".

En la misma dirección se señala que "el Reino Unido no puede modificar la controversia a su antojo".

Además se agrega que "esta votación, así como las mil consultas o votaciones más que el Reino Unido pudiera inventar en los territorios disputados comprendidos en la Cuestión Malvinas, no pueden tener ese resultado ni relevan a ese país de cumplir con la obligación que el derecho internacional le impone de resolver pacíficamente la disputa de soberanía que mantiene con la Argentina mediante la reanudación de negociaciones".

El texto también enumera a todas las organizaciones internacionales que exhortaron al Reino Unido y a la Argentina a reanudar las negociaciones para resolver precisamente esa controversia entre las que sobresale la Organización de la Naciones Unidas (ONU).

También se destacan múltiples organizaciones regionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la CELAC, UNASUR, MERCOSUR y múltiples foros internacionales y birregionales, tales como el Grupo de los 77+ China, las Cumbres Iberoamericana, de América del Sur-África (ASA), de América del Sur-Países Árabes (ASPA) y la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur.

Por otra parte se destaca que "la Constitución Argentina tutela específicamente el modo de vida de la población de las Islas Malvinas" y se recuerda que "la Resolución 2065 (XX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas le indica a las dos partes en la controversia, la Argentina y el Reino Unido, que al resolver la controversia de soberanía tengan en cuenta los intereses de esa población".

En ese contexto, desde la Cancillería se indicó que "la República Argentina lamenta estas iniciativas irresponsables y de mala fe del Reino Unido e insta a ese país a reconsiderar seriamente su política orientada a desinformar sobre la realidad jurídica y política del territorio disputado que habita".

El texto emitido desde el Palacio San Martín señala además que "esta iniciativa británica no encuentra sustento en ninguna de las 40 Resoluciones de las Naciones Unidas sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, que es considerada como un caso especial y particular de descolonización en el que se reconoce la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido que debe ser resuelta por negociaciones bilaterales, teniendo en cuenta los "intereses" (no los "deseos") de los habitantes de las Islas".

Además se denunció que "el Reino Unido no ha tenido un comportamiento consistente en relación con el principio de libre determinación de los pueblos que alega como aplicable a la Cuestión Malvinas".

"Su falaz invocación de este principio en esta cuestión contrasta con su posición en otros casos de descolonización, tal como el del archipiélago de Chagos, en el cual expulsó a sus habitantes nativos, privándolos, al día de hoy, de su derecho a retornar a sus tierras", se resalta en el texto.

En ese sentido se agrega que "tampoco recabó el Gobierno británico la opinión de los habitantes de Hong Kong cuando restituyó dicho territorio a su legítimo titular, la República Popular China".

Finalmente se indicó que "este nuevo intento británico de manipular la Cuestión Malvinas, a través de una votación de la población que implantó en las Islas, ha sido objeto de un contundente rechazo por parte de la República Argentina, como así también de los países de la UNASUR y del MERCOSUR, entre otros, ya que ese intento no alterará la esencia de la Cuestión Malvinas, ni pondrá fin a la disputa de soberanía".

La disputa de soberanía -concluye el comunicado- "debe resolverse de conformidad con el Derecho Internacional y las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas relativas al tema".

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