Caso Berardi: piden prisión perpetua para los acusados
La querella de la familia del joven secuestrado y asesinado en 2010 solicitación la máxima pena para 10 de los 11 imputados en el crimen.
La querella de la familia de Matías Berardi, el adolescente
de 16 años que fue secuestrado y asesinado en 2010, solicitó este viernes la
pena de reclusión perpetua para 10 de los 11 imputados, y en el caso de cinco
de ellos, pidió la accesoria por tiempo indeterminado.
El pedido más grave de pena fue para los acusados Richard Fabián Souto(46), el
herrero uruguayo propietario del galpón de Benavídez donde la víctima estuvo
cautiva, su concuñado Néstor Facundo "el Chino" Maidana (25), Damián
Sack (26), Gabriel Raúl "Larry" Figueroa (27) y Gonzalo Hernán
Alvarez (34).
A todos ellos, los consideraron coautores de un secuestro extorsivo agravado en
concurso ideal con un homicidio calificado críminis causa -es decir, matar para
ocultar otro delito y lograr la impunidad-, y les pidieron la máxima pena del
Código Penal: la reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado.
En caso de que el Tribunal Oral Federal (TOF) 3 de San Martín no contemple la
accesoria del artículo 52, pidieron para los cinco acusados sólo la reclusión
perpetua.
Para los abogados querellantes Eduardo Durañona, Ignacio Palazuelos, Manuel
Izura y Santiago De Jesús, estos cinco imputados fueron los que intervinieron
directamente en la ejecución del asesinato de Matías y por eso el pedido de
pena más severo.
En el caso de la esposa del herrero Souto, Ana Cristina Moyano (41), su hija
Jennifer Stefanía Souto (21), su cuñada Celeste Mónica Moyano (29), Federico
Esteban Maidana (30) y Elías Emanuel Vivas (22), la querella solicitó la pena
de reclusión perpetua por secuestro extorsivo agravado por la muerte
intencional de la víctima.
Sólo pidieron una pena menor, de 20 años de prisión, para la adolescente que
tenía 17 años al momento del hecho y que por la Ley de Menores, debe recibir
condenas atenuadas.
En el juicio, no se pudo determinar si el autor material del crimen fue el
uruguayo Souto (una pericia detecto restos de la deflagración de un disparo en
sus manos) o Facundo Maidana (fue señalado por el testigo de identidad clave
como el ejecutor), pero al acusar a todos ellos como coautores, la querella
consideró a los 11 como responsables del secuestro y posterior asesinato.
"Nosotros tenemos probado que todos los que están detenidos participaron
de una u otra manera en el hecho, ya sea activamente o colaborando y cumpliendo
un rol determinado para lograr el secuestro, la recaptura y la muerte de
Matías", dijo antes del inicio de los alegatos el abogado Durañona. "La
idea de esta querella es que sean penas durísimas y que estas personas se
pudran en la cárcel", agregó el abogado de Juan Pablo Berardi y María Inés
Daverio, los padres de Matías.
Tras un alegato que se prolongó por más de tres horas, el TOF 3 de San Martín,
integrado por los jueces Elbio Osores Soler, Lidia Soto y Germán Andrés
Castelli, pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles cuando le
tocará alegar al fiscal de juicio, Eduardo Codesido.
Berardi (16) fue secuestrado a las 5:30 de la madrugada del 28 de septiembre de
2010 en el cruce de ruta 26 y Panamericana, en Ingeniero Maschwitz, partido de
Escobar, donde bajó de una combi cuando regresaba de una fiesta de egresados en
Capital Federal.
A las 6:20, se inició una serie de ocho llamados extorsivos en los que la
propia víctima les avisó a sus padres que estaba secuestrado y los delincuentes
exigieron un rescate de hasta 30.000 pesos.
De acuerdo a lo planteado en el juicio, la banda trasladó al adolescente al
taller que el herrero Souto tenía en avenida Sarmiento 407, de Benavídez,
partido de Tigre, donde lo tuvo atado y vendado en un baño.
Tras pasar 14 horas cautivo, Matías logró escapar de ese sitio y comenzó a
pedir ayuda entre los vecinos a quienes les decía que lo tenían secuestrado,
pero no logró que nadie lo ayudara, ni refugiara.
Según lo declarado por varios testigos, mientras Souto y Facundo Maidana
persiguieron con un auto y lograron recapturar a Berardi a dos cuadras, en las
puertas de un cementerio, las mujeres de la familia salieron a la calle a los
gritos a decirle a los vecinos que en realidad era una ladrón que había
intentado robarles.
La víctima fue trasladada a un descampado ubicado en un camino de tierra a 300
metros de la ruta 6, a la altura de Campana, donde los asesinos le efectuaron
dos disparos con una pistola calibre 11.25 milímetros, uno de los cuales
ingresó por el omóplato derecho de la víctima y le ocasionó la muerte.
El testigo de identidad reservada clave de la causa afirmó en el juicio que, de
acuerdo a lo que le contó uno de los imputados, Berardi rogó por su vida y
lloró durante todo el camino hasta el descampado donde terminó ejecutado.
Algunos de los 11 imputados también están acusados de un segundo secuestro
extorsivo cometido un mes antes que el de Berardi y cuya víctima, un peluquero
llamado Augusto Castillo, declaró que estuvo secuestrado cinco días en la misma
herrería de Benavídez hasta que fue liberado sin que se pagara rescate porque
la banda se dio cuenta que la policía estaba investigando.
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