El dueño del geriátrico de Quilmes intentó justificarse: "Me dijeron que en pandemia no daban habilitaciones"

Sociedad

El hombre había tenido otro geriátrico antes al que las autoridades clausuraron en cuatro oportunidades por hacinamiento e incumplimiento de normas sanitarias básicas.

Juan Carlos Parada, dueño del geriátrico ubicado en Quilmes denunciado por malos tratos a los adultos mayores allí internados intentó justificarse este miércoles ante las cámaras de televisión y aseguró que el hogar funcionaba de manera clandestina porque creía que "en pandemia no estaban dando habilitaciones".

“Los abuelos están en perfectas condiciones, el acta del SAME dice que los abuelos están en perfectas condiciones”, insistía a los gritos Parada frente a las cámaras y micrófonos de los canales de noticias que esta mañana llegaron hasta ubicada en la localidad bonaerense de Ezpeleta donde había montado su hogar de ancianos clandestino.

De acuerdo con la investigación que lleva adelante la fiscal Mariana Curra Zamaniego de la UFI N°6 de Quilmes, allí funcionaba un geriátrico clandestino que esta semana fue clausurado luego de un allanamiento que se prolongó durante más de 8 horas.

El hogar para adultos mayores San Miguel de Arcángel de Ezpeleta había sido denunciado dos meses atrás por una mujer que trabajó ahí durante un día y quedó espantada por lo que vio. “Les pegan, los maltratan. Lo que vi fue horrible”, aseguró a los efectivos de la Comisaría 6° de Quilmes.

El hogar clandestino fue clausurado y según pudieron constatar las autoridades durante el allanamiento había algunos residentes con marcas en las muñecas por haber estado atados.

Entre gritos, empujones, y ante la presencia de familiares de los internos y los médicos del SAME que esperaban para entrar a la residencia una vez más, Parada se justificó: “No tenía habilitación porque la municipalidad estuvo el 4 de abril acá y me dijeron que en época de pandemia no daban habilitaciones. Los abuelos estaban acá porque yo los mudé hace un año, los familiares vinieron y vieron la propiedad”.

Según se supo tras el escándalo Parada era dueño de otro geriátrico que también funcionaba en la zona sur del conurbano. Después de cuatro clausuras por hacinamiento e incumplimiento de normas sanitarias básicas, Parada decidió cerrar ese lugar a fines del año pasado.

Cuando los efectivos de la Policía Bonaerense ingresaron este martes al lugar, se encontraron con 14 personas mal alimentadas que pedían auxilio. Dos de ellos estaban atados en ese momento. En el acta municipal se constató que los adultos mayores dormían en 2 habitaciones con 4 camas cada una y en un garage donde se habían instalado 6 camas más.

En la investigación que encabeza la fiscal Curra Zamaniego también se comprobó que ninguno de los empleados del lugar era enfermero o tenía algún tipo de experiencia en cuidado de ancianos.

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