Emotivo encuentro entre un sobreviviente y el jefe de los rescatistas

Sociedad

En "El Oro y el Moro", por Radio 10, Leonardo Sarmiento, el hombre que estuvo varias horas atrapado con su cuerpo asomando por una ventanilla, agradeció al titular del SAME por su accionar en la mañana del siniestro.

Cruce entre Crescenti y Sarmiento en Radio 10
Leonardo Sarmiento, el sobreviviente de la Tragedia de Once que protagonizó unas de las escenas más dramáticas al permanecer atrapado varias horas con su cuerpo asomando por una ventanilla, recordó el desastre que vivió el 22 de febrero del año pasado. Y aprovechó para agradecerle al titular del SAME, Alberto Crescenti, por haberlo asistido esa mañana.

"La verdad es que estoy muy triste por recordar todo eso y ver lo que se habló estos días. Yo vivo en Palomar, todos los días iba hasta la estación de Ramos para ir a Once a trabajar en plomería y como pintor", relató en "El Oro y el Moro", por Radio 10.

Luego contó: "Iba llegando a la estación, viajábamos apretados como siempre. Me acerqué a la  puerta para bajar, escuché un estallido y de ahí no me acuerdo más nada hasta que me desperté en la ventanilla".

"Pensaba que no iba a aguantar tanto tiempo. Le pedí a Dios que si me tenía que llevar, que me llevara. No aguantaba los gritos de la gente", expresó Leonardo.

El sobreviviente de la tragedia confesó que "cuando iban pasando las horas ya no sentía de la cintura para abajo". A raíz de este episodio, aún sigue utilizando muletas porque todavía deben practicarle operaciones de ligamentos de las rodillas, que se le cansan al caminar.

Leonardo se acordó de aquellos que lograron rescatarlo el día de la tragedia. "La gente del SAME, bomberos y policías me trataron muy bien; trataron de animarme en todo momento", dijo.

En ese momento, el titular del SAME, Alberto Crescenti, salió al aire para saludarlo. "Teníamos que darle ánimo para sacarlo de esa situación. Me alegra que esté bien, espero que se termine de recuperar", le respondió ante los elogios de la víctima.

A su vez, Crescenti comparó la Tragedia de Once con otros hechos en los que tuvo que trabajar. "Me tocaron los dos atentados a la AMIA y la Embajada de Israel, pero el vagón fue algo duro y complicado. Nos resultó imposible salvar a todos por el tipo de lesiones y la forma en que quedó el tren", manifestó.

"Durante esa semana no podía conciliar el sueño; las imágenes se iban repitiendo. Nosotros sabemos si vamos, no si volvemos; estamos en lugares muy difíciles", confesó.

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