Oyarbide convocó a todas las Madres que firmaron actas

Política

El juez que investiga la causa madres aclaró que irán a declarar "de a dos por día". Hebe de Bonafini comenzó a declarar en Comodoro Py.

El juez federal Norberto Oyarbide anticipó que notificó a todas las Madres de Plaza de Mayo que firmaron los libros de actas en la fundación, en el marco de la causa que investiga el desvío de fondos del Estado para la construcción de viviendas sociales y por la que están detenidos los hermanos Schoklender.

En declaraciones a la prensa en la puerta de su domicilio, Oyarbide informó que "las personas que hemos convocado a declarar son todas las madres de Plaza de Mayo que aparecen firmando los libros de actas".

El magistrado confiró que todas las notificadas serán recibidas para declarar "de a dos por día", al tiempo que destacó que tales declaraciones "tienen especial interés para el conocimiento profundo de las circunstancias que rodearon" la causa.

En tanto, se espera para este martes el testimonio de la titular del organismo, Hebe de Bonafini, señalada por los abogados de los hermanos Schoklender como responsable de las acusaciones que se les imputan, "con lo que se torna más que interesante ese testimonio".

Bonafini fue citada para la mañana de este martes en los tribunales de Comodoro Py, donde será interrogada sobre la firma de las actas del directori de la fundación y las cuentas bancarias que manejaban los Schoklender.

La titular del organismo no está imputada en la causa y fue citada tras los procesamientos de Sergio y Pablo Schoklender, ex apoderados de la Fundación, junto con el contador Alejandro Gotkin y de otras 44 personas acusadas de integrar una asociación ilícita que desvió fondos de la entidad.

Por su parte, Sergio y Pablo acusaron a Hebe de usar dinero de las Madres para pagarse viajes al Caribe, para comprarle un departamento a su hija Alejandra Bonafini y de manejar cuentas en el exterior.

En tanto, Alejandra Bonafini fue imputada en el caso por la compra de un departamento en La Plata con la intervención de la empresa Meldorek, propiedad de Sergio Shoklender, a través de las cuales se hacía el desvío de fondos, aunque Oyarbide dictó la falta de mérito.





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