Ángel Di María vuelve a jugar la Copa Libertadores: cómo le fue con Rosario Central
Tras la clasificación del equipo rosarino a la Copa Libertadores 2026, Fideo volverá a disputar el certamen continental que jugó por última vez en 2006.
Con el triunfo frente a Sarmiento en Junín, Rosario Central logró su clasificación a la Copa Libertadores 2026 y le dio a Ángel Di María la posibilidad de volver a disputar el torneo que lo vio debutar a nivel internacional. El Fideo, con 38 años, jugará nuevamente el certamen que conoció en sus primeros pasos como profesional.
“Mi vuelta también era un poco por eso, tener la posibilidad de jugar la Libertadores”, reconoció el futbolista luego de que su equipo asegurara su lugar en el certamen continental del próximo año. El campeón del mundo volverá a jugar la Copa después de dos décadas, cumpliendo un deseo personal que acompañó su retorno al club de sus amores.
El Canalla, que obtuvo su clasificación al vencer a Sarmiento en Junín, disputará la Libertadores por 14ª vez en su historia. Para Di María, el torneo tiene un valor especial: fue la primera gran competencia internacional que jugó con la camiseta auriazul antes de iniciar su extensa carrera en Europa.
La última participación de Di María en la Copa Libertadores fue en 2006, cuando Rosario Central accedió al certamen tras haber sido el tercer mejor equipo del campeonato 2004/2005. Con solo 18 años, el joven rosarino comenzaba a dar sus primeros pasos en la Primera del club y tuvo la oportunidad de mostrarse ante rivales de jerarquía continental.
Su debut internacional se produjo en Colombia, frente a Atlético Nacional. Ingresó a los 24 minutos del segundo tiempo en reemplazo de Diego Calgaro, en un partido que el Canalla perdió 1 a 0. Luego, tras dos encuentros sin convocatoria, volvió a sumar minutos ante Palmeiras en el Gigante de Arroyito, ingresando por Eduardo Coudet a la media hora del complemento.
También participó en el triunfo 3 a 1 frente a Cerro Porteño en Paraguay y cerró su breve recorrido frente a Atlético Nacional, en el partido que significó la eliminación del conjunto rosarino. En total, jugó cuatro partidos durante aquella edición.
Con la clasificación asegurada, Di María cerró uno de los objetivos que lo motivaron a volver a Rosario. “Estoy contento porque hicimos un buen trabajo. Mi vuelta también era un poco por eso, tener la posibilidad de jugar la Libertadores y meterle con todo este semestre”, explicó tras la victoria en Junín. El capitán también destacó el esfuerzo del grupo: “Gracias a los chicos que hicieron 35 puntos el semestre pasado y dejaron la vida por la camiseta. Ahora hay que seguir sumando de a poco”.
Consciente de su rol de referente, el Fideo subrayó el vínculo con sus compañeros: “Intento ayudarlos en todo lo que puedo. Me hacen sentir un pibe, uno más desde el día que llegué, y eso para mí vale muchísimo”.
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