Silencio dirigencial y señales claras: por qué Boca aún no oficializó a Claudio Úbeda
Aunque todo indica que el Sifón seguirá al mando en 2026, la dirigencia xeneize optó por no anunciarlo y sostiene una postura basada en cuestiones contractuales.
La continuidad de Claudio Úbeda como entrenador de Boca para la temporada 2026 parece un hecho, pero todavía no fue comunicada de manera oficial por el club. Esta situación despertó interrogantes entre los hinchas y el periodismo, especialmente después de un semestre cargado de resultados positivos y de momentos de tensión. Sin embargo, desde la dirigencia que encabeza Juan Román Riquelme consideran que no hay motivos formales para realizar un anuncio que, desde su óptica, resulta innecesario.
La principal explicación está vinculada al contrato del entrenador. Úbeda llegó a Boca en mayo de 2025 como ayudante de Miguel Ángel Russo y firmó, junto con el resto del cuerpo técnico, un vínculo que se extiende hasta el 30 de junio de 2026. Tras el fallecimiento de Russo, la conducción del club decidió respaldarlo y dejarlo al frente del plantel profesional hasta el cierre de la temporada, sin modificar las condiciones contractuales preexistentes.
Durante ese período, el Sifón logró consolidar una relación muy cercana con el grupo de jugadores. Su forma de conducir el vestuario y de gestionar los momentos delicados fue valorada internamente, al punto de recibir elogios públicos. Leandro Paredes, una de las voces más fuertes del plantel, llegó a compararlo con Lionel Scaloni por su capacidad de liderazgo y manejo humano, un reconocimiento poco habitual en el mundo Boca.
En lo estrictamente deportivo, los resultados acompañaron durante gran parte del ciclo. El equipo acumuló seis triunfos consecutivos, incluyendo una victoria en el Superclásico frente a River, logró clasificarse a la fase de grupos de la próxima Copa Libertadores, terminó primero en la Zona A del Torneo Clausura y alcanzó las semifinales del certamen local. Ese combo fortaleció la idea de continuidad en un año atravesado por circunstancias extraordinarias.
No obstante, la eliminación ante Racing en La Bombonera reavivó las críticas. Algunas decisiones tácticas, como la salida de Exequiel Zeballos cuando era uno de los puntos altos del equipo y el ingreso de un Alan Velasco sin ritmo, generaron malestar en las tribunas y también dentro del plantel. La reacción del público y el revuelo posterior pusieron a Úbeda en el centro del debate, aunque la dirigencia nunca evaluó seriamente un cambio de rumbo.
Desde el triunfo ante River, Riquelme y su equipo de trabajo tenían definido que Úbeda era el perfil adecuado para encarar 2026, un año clave por el regreso de Boca a la fase de grupos de la Copa Libertadores tras dos temporadas de ausencia. Su gestión en un contexto emocionalmente complejo, la base de un equipo que salió de memoria y la falta de consenso alrededor de otros entrenadores disponibles terminaron de inclinar la balanza.
Aunque no hubo una reunión formal para ratificar su continuidad, los gestos son elocuentes: no fue removido tras la eliminación, la pretemporada ya está planificada y el club comenzó a trabajar en el mercado de pases con su aval. En Boca entienden que el silencio también comunica y todo indica que Claudio Úbeda brindará el 1° de enero como técnico del Xeneize, aun sin anuncio oficial.
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