Un ídolo del Bayern Múnich llenó de elogios a Boca: "Es como enfrentar al City hoy"

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El exgoleador del conjunto alemán palpitó el cruce con el Xeneize y advirtió sobre la dificultad del choque por el Mundial de Clubes 2025.

A pocos días del esperado duelo entre Boca y Bayern Munich en el Mundial de Clubes 2025, una voz autorizada del conjunto alemán salió a opinar con contundencia sobre el rival argentino. Se trata de Giovane Élber, ídolo del club bávaro, quien anticipó que el choque en Miami será de alto voltaje y equiparable a una instancia decisiva de la Champions League.

“Para el Bayern Múnich, jugar contra Boca es como enfrentar al Manchester City”, afirmó el exdelantero brasileño en diálogo con Super Deportivo Radio, dejando en claro el respeto que genera el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo. El partido, que se jugará este viernes 20 de junio a las 22 en el Hard Rock Stadium, será uno de los más destacados de la fase de grupos y ya agotó todas sus entradas.

Élber, quien fue protagonista en la recordada final de la Copa Intercontinental 2001 entre ambos equipos, subrayó la complejidad de tener al Xeneize como rival en esta etapa inicial del certamen. “Es difícil tener a Boca en la fase de grupos. Hay que tener respeto”, sostuvo.

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Y agregó: “Benfica es un equipo que conocemos más, pero Boca tiene historia y nombre. Los jugadores saben que con ellos hay que pelear los 90 minutos”.

La confesión de Élber sobre la final de la Copa Intercontinental 2001

Aquel cruce de 2001 sigue siendo una herida abierta para los hinchas del Xeneize, ya que el Bayern se impuso 1-0 con un gol de Samuel Kuffour en el segundo tiempo suplementario. Consultado sobre esa jugada, sorprendió al admitir que hubo falta previa: “Hoy, con el VAR, ese gol no valdría. Yo hice falta antes del gol. Pero Sami (Kuffour) estaba ahí solo y lo hizo”.

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En una confesión que refleja el contraste cultural entre sudamericanos y europeos, Élber también reveló cómo vivieron los festejos tras ganar aquella copa. “Para nosotros, los sudamericanos, fue la mayor conquista. Pero para los alemanes era solo un partido más. Queríamos festejar y tomar una cerveza, pero no fue una gran fiesta”, recordó.

Más allá del recuerdo, el presente ofrece un nuevo capítulo entre dos gigantes históricos. Para el brasileño, el partido es más que especial: una especie de reencuentro con el pasado, pero también una advertencia al presente. Porque si hay algo que no cambia con el tiempo, es el respeto que Boca genera puertas adentro del fútbol europeo.

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