¿Alguien se acuerda de los famosos pollos de Mazzorín?
Alguien dijo alguna vez que Borges es el escritor argentino más citado y, simultáneamente, el menos leído. Algo similar ocurre con los pollos de Mazzorín. Una y otra vez se habla del hecho como un caso de corrupción (aunque la mayoría de los que lo mencionan no pueden hacer una crónica de lo sucedido) cuando, en el peor de los casos, se trató de una mala decisión política.
El gobierno de Raúl Alfonsín ya había superado su primera mitad y empezaban a verse los nubarrones en el horizonte, cuando un lock out de los productores de pollos (un paro, bah, pero de los patrones) vino a complicar aún más las cosas. En realidad, el conflicto era entre el gobierno, los productores y las grandes multinacionales del ramo, interesadas en mantener los precios altos.
Mazzorín guardó los pollos en frigoríficos alquilados, que costaban mucho dinero al Estado Nacional. Del total importado, aproximadamente un 20% no pudo ser vendido, y se puso en mal estado. Las "multis", enteradas del hecho, hicieron circular el rumor de que había camiones que el gobierno hacía circular cargados de pollos podridos, porque no sabían qué hacer con ellos.
En la actualidad el ex secretario de Comercio pasa sus días alejado de los medios, convencido de que fueron ellos grandes partícipes de su caída. Prácticamente no da notas, no volvió a aceptar un cargo público y lo único que se sabe de su vida personal es que hace poco fue abuelo. Y que espera que sus “pollos” pasen al olvido.
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