La baja en el desempleo no disminuye el nivel de pobreza
“Apenas el 14,7% de los asalariados trabajaba en negro y la pobreza por ingresos alcanzaba al 6% de la población” en la tercera presidencia de Perón, puntualiza López. A partir de allí, la informalización del trabajo fue creciendo, gobiernos militares y liberalismo de los ’90 mediante.
Pero el problema principal es que, con una desocupación del 9,8%, “se observan aún niveles de pobreza del 25%”. De acuerdo con López, este fenómeno se denomina “Working Poor” (trabajador pobre). “Sucede que en condiciones de informalidad, un asalariado hoy registra un sueldo promedio de $545 mensuales, equivalente apenas al valor de la línea de indigencia para un hogar tipo de cuatro miembros” según el INDEC (lo cuál resta aún más garantías a la medición). De esta manera, trabajadores plenamente ocupados, mayoritariamente informales, reciben a cambio un salario que está por debajo de la línea de la pobreza, e incluso de la indigencia.
Las estimaciones de López señalan que en 2009, “la Argentina será, ya con pleno empleo, un país donde el 30% de los menores de 15 años permanecerá en situación de pobreza y de ellos un 12% de los niños en indigencia por ingresos, esto es conviviendo en hogares que no garantizarán su seguridad alimentaria”.
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