El Gobierno tiene que discutir con el FMI para que siga Precios Cuidados

Economía

El programa que trascendió gobiernos de diversos tonos, tiene en la mesa de Gobierno y empresarios un tercer jugador.

El programa Precios Cuidados cumplirá en 2023 una década de su lanzamiento. Pasaron cinco ministros de Economía, el keynesiano Kicillof, el neoliberalismo gradualista de los macristas Prat-Gay, Dujovne y Lacunza y ahora Martín Guzmán, pero todos recurrieron a esa marca para el control de la inflación. La intención del gobierno de Alberto Fernández es conservarlo, pero el año que viene habrá un integrante más en la mesa que componen Ejecutivo y empresarios: el Fondo Monetario Internacional.

Es que el fallido acuerdo de 2018 que se convitió en un préstamo insostenible para financiar la campaña electoral de Mauricio Macri no sólo golpea las finanzas sino que puede afectar al bolsillo y la mesa de los argentinos. "Los acuerdos de precios se tienen que discutir con el staff del FMI", dijo a minutouno.com una fuente que accedió a las minutas de la reuníon que mantuvieron el sábado los ministros Guzmán y Kulfas con sus laderos Feletti y Morra.

"Será importante fortalecer los acuerdos de precios en 2022 para atacar el componente de inercia en el proceso inflacionario y que contribuya como un ancla más en el proceso de reducción de la inflación. Los acuerdos constituyen un elemento que complementa un esquema de política macroeconómica consistente para atacar el problema de la inflación", se escuchó en el encuentro de los dos hombres fuertes del Gabinete.

Aunque el FMI no dio aún su visto bueno, Comercio Interior ya negocia una renovación de Precios Cuidados. No serán menos de 1.000 productos con valor de referencia para el resto de la góndola desde el 8 de enero, cuando se termine el primer pacto de Roberto Feletti con el empresariado.

"Alcanzar la estabilidad de precios es una tarea colectiva con beneficios sociales difundidos para la situación de los consumidores y de los empresarios", plantean desde el oficialismo.

Mientras se negocia con Kristalina Georgieva y sus equipos técnicos por los 45 mil millones de dólares que se fueron tan rápido como llegaron, la economía real sigue y el Gobierno busca cerrar una canasta navideña accesible. Tendrán pan dulce, budín, garrapiñada, sidra y espumante de diferentes marcas y precios. "Las vamos a presentar esta semana", le anticiparon a m1 desde la cartera que conduce Feletti.

Las subas de los productos que se consumen a la vera del arbolito alcanzaron el 84% de aumento y la intención es que a nadie le falte el tradicional brindis en otro año que se va lleno de dolor por una pandemia que no terminó.

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