Andy Kusnetzoff habló de su quiebre en vivo por los recortes del Gobierno: "No fue un show"
El conductor habló sobre el momento que recorrió las redes y medios, y se sinceró sobre la emoción que lo desbordó durante su programa.
El miércoles por la mañana, un momento de alta sensibilidad convirtió a Andy Kusnetzoff en tendencia. Durante su programa Perros de la Calle, el conductor se quebró al aire mientras analizaba la difícil situación que atraviesan muchas familias argentinas. La jornada estuvo marcada por protestas sociales y un debate clave en el Congreso sobre educación y salud pública, un contexto que amplificó la repercusión de su emoción. El episodio no tardó en viralizarse: usuarios y medios compartieron el video, generando un debate que trascendió la radio y volvió a poner sobre la mesa la relación entre la empatía y la comunicación pública. Apenas un día después, Andy retomó el tema al inicio de la nueva emisión, con la intención de explicar lo ocurrido y poner en palabras su experiencia.
En un diálogo con María O’Donnell, quien conduce el programa previo, Kusnetzoff relató con naturalidad lo que había sentido: “Ayer no pasó nada distinto a lo que sucede siempre, sino que me bajó una emoción y terminó saliendo por todos lados. Igual, el que me conoce sabe que no me gusta emocionarme al aire, a veces intento pilotearla y esta vez desbordó. Fue nada más que eso, pero estoy contento y está perfecto porque es lo que pienso”. Con estas palabras, dejó en claro que su llanto no fue una estrategia ni un recurso mediático, sino un reflejo genuino de su sensibilidad frente a la realidad social.
El conductor subrayó que su reacción no buscó protagonismo: “Más allá de lo económico, por lo menos en el discurso tener una empatía y decir: ‘Che, no estoy logrando lo que quiero, pero pienso en ustedes’. Creo que pasa por ahí”. La magnitud del episodio se hizo evidente recién cuando Kusnetzoff recibió un mensaje del legislador Roberto García Moritán. Sobre el impacto de las redes y la fugacidad del debate público, reflexionó: “La cuestión es que en estos tiempos de redes, donde todo se transforma en opinión, política y grieta, uno se tiene que quedar con su verdad y su humanidad genuina. Ahora, si a los demás les parece algo impostado, creo que cada uno se tiene que quedar en lo suyo. Es imposible explicarle algo a alguien cuando es tan viral. Me quedo con lo que fue, con mis oyentes, con Gabriel Rolón… Después, ni leí los comentarios porque cuando los abrís te llegan desde otra perspectiva política“.
Además, Andy destacó la repercusión más íntima del momento: “También me quedo con la cantidad de gente con familiares con discapacidad que me escribió y agradeció el episodio, lo que se habló, que era mucho más de la que creía y también personas que yo conozco, que no sabía que tenían familiares con discapacidad. Se trata de eso, historias y personas. No tengo más para decir sobre eso”. Sus palabras reflejan cómo un instante de vulnerabilidad puede generar identificación y diálogo, más allá de la viralidad.
Finalmente, Kusnetzoff habló sobre la carga emocional que su rol implica: “Tengo muchas notas que estoy al borde (de llorar) porque hicimos muchas misiones solidarias e historias. Y uno siempre tiene un caparazón y lo puede hacer fácilmente, pero algunas me atraviesan y me sale algo que contraés todos los músculos y hacés fuerza para que no salga la emoción. Ayer no llegué ni a esa instancia, por lo que veía el video y ya veía que estaba tambaleando, pero en ese momento no te das cuenta porque todo pasa en un segundo”. Con esta confesión, el conductor mostró su faceta más humana, alejada de cualquier artificio mediático.
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