La desconocida anécdota de Luca Prodan en las Cataratas a 34 años de su muerte
Según un informe de la Junta Histórica de San Ignacio, Misiones, el cantante pudo cumplir su sueño de conocer la mayor atracción de Iguazú.
El músico ítalo-escocés Luca Prodan, falleció hace 34 años, pocas horas después de brindar un show junto a su banda Sumo en la cancha de Los Andes, en la madrugada del 22 de diciembre.
El joven Italiano que desembarcó en Argentina a comienzos de los años ochenta, se convirtió en uno de los referentes de la música nacional luego de sacudir la escena under con su rebeldía, irreverencia y espontaneidad.
Después de tanto tiempo, se conoció la historia, dónde Luca tenía pudo cumplir uno de sus sueños: Conocer las Cataratas del Iguazú, deseo que cumplió en 1982 durante un reencuentro que se dio entre el músico y sus dos hermanos, Andrea y Michela.
Su historia fue rescatada por la Junta Histórica de San Ignacio en base a una anécdota que contó uno de los hermanos de Luca, con quienes el músico visitó la Tierra Colorada un caluroso verano de 1982.
“Corría entonces diciembre de 1982 cuando los hermanos Prodan se reencuentran después de varios años. Michela, Luca y Andrea deciden entonces realizar un viaje a Cataratas, destino soñado por el vocalista de Sumo. Una vez conectados con la magia de la naturaleza los muchachos Prodan deciden continuar con su travesía por nuestra provincia en tanto Michela vuelve prematuramente a Buenos Aires. Es así como a bordo de un remis comienzan el tur por la tierra colorada. Así recalaron los Prodan a San Ignacio y la mística que encierra nuestro Sitio Patrimonial supo conectar a Luca -por entonces con tan solo 29 años– con esa fuerza creadora que le fuera tan propia como la innata manera que tuvo de trascender”.
Por otro lado, se rescató una entrevista que se le hizo a uno de los hermanos del fallecido músico, en la cual hizo mención de dicho viaje.
“Nuestro viaje en el 82 fue increíble, porque pude estar otra vez con mi hermano como en los viejos tiempos. Pero, en este nuevo lugar, él ya nos hizo de anfitrión. Ya hablaba castellano, y bastante bien. Fuimos a Iguazú, a las Cataratas. Él siempre las había querido conocer y nos llevó y fue buenísimo. Pagó mi hermana, que tenía plata en esa época, ya que trabajaba en cine y ganaba bien. Así que aprovechamos este viajecito, que fue genial", decía.
Y continuaba: "Me acuerdo de que Michela después se cansó de nosotros y de nuestros chistes y se quiso volver antes. Así que Luca y yo la convencimos de darnos plata para volver en taxi desde las Cataratas del Iguazú hasta Posadas. En realidad, en un remís, con un remisero recopado del lugar. En este viaje bastante surreal fuimos hasta las ruinas de San Ignacio juntos. Y sacamos unas fotos alocadas ahí que todavía tengo. Y después fuimos en avión desde Posadas a Buenos Aires.”
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