Cómo era Cariló en los '90: el video viral de redes sociales sobre el Centro Comercial y la Casa de Te
Hace 30 años, Cariló era un refugio exclusivo para quienes buscaban naturaleza y tranquilidad. En los años 90, este bosque a orillas del Atlántico aún conservaba su esencia de destino casi secreto, con caminos de arena y una infraestructura mínima que lo hacía el lugar ideal para unas vacaciones alejadas del bullicio. El viral de época
Cómo era Cariló en los 90.
Cariló, cuyo nombre significa "médano verde" en mapuche, tiene una historia que se remonta a principios del siglo XX. Fue Héctor Manuel Guerrero quien, en la década de 1920, comenzó con un ambicioso proyecto de forestación sobre las dunas desérticas.
Su idea era convertir ese paisaje inhóspito en un bosque habitable, plantando diversas especies de pinos, eucaliptos y acacias que con el tiempo dieron forma al frondoso ecosistema actual.
Ese paraíso fue cambiando y creciendo pero gracias a los videos y las redes sociales, como el que se viralizó desde la cuenta de Instagram de @damicolangelo, hoy todos pueden ver cómo era.
Video viral: Cariló de los años '90
Para la década de 1990, Cariló ya era un destino turístico consolidado pero aún conservaba un aire exclusivo. Las calles sin asfaltar, las casas escondidas entre los árboles y la falta de carteles comerciales le daban un encanto especial. No había grandes cadenas hoteleras ni supermercados de grandes superficies. La oferta gastronómica se limitaba a un puñado de restaurantes con aire rústico, donde los visitantes disfrutaban de mariscos frescos y parrilladas en entornos rodeados de verde.
En esos años, llegar a Cariló era parte de la aventura. Se accedía por caminos de arena que muchas veces requerían vehículos 4x4. La falta de alumbrado público y el escaso desarrollo comercial hacían que las noches fueran silenciosas, ideales para contemplar el cielo estrellado o escuchar el sonido del mar en la distancia.
Un crecimiento inevitable
Con el tiempo, el secreto de Cariló se fue revelando. A medida que crecía el interés turístico, comenzaron a aparecer más hoteles boutique, galerías comerciales y una mayor infraestructura. Aunque aún conserva su identidad de destino natural y exclusivo, Cariló de hoy ya no es el mismo que hace 30 años. Las calles de arena han dado paso a caminos más transitables, y la oferta gastronómica y comercial se ha expandido considerablemente.
Pese a estos cambios, Cariló sigue siendo un refugio para quienes buscan desconectarse y disfrutar del bosque y el mar en armonía. Aquellos que lo visitaron en los años 90 aún recuerdan con nostalgia la magia de un Cariló más virgen, donde la naturaleza era la protagonista indiscutida.
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