El secreto de limpieza que va a dejar la tapicería de tu auto impecable
Un método práctico y fácil ayuda a dejar impecable la tapicería del auto, eliminando incluso las manchas más complicadas, sin usar vinagre ni bicarbonato.
El secreto de limpieza que va a dejar la tapicería de tu auto impecable
Probar un truco casero para limpiar la tapicería del auto puede parecer fácil, pero las manchas difíciles suelen resistirse. Vinagre y bicarbonato no siempre funcionan y pueden dañar la tela. Lo más efectivo es un limpiador de tapicería especializado, aplicado con cuidado, para un resultado profesional sin llevar los asientos a la tintorería.
El truco para dejar la tapicería como nueva
A continuación tenés un instructivo paso a paso, claro y práctico, para dejar los asientos del auto como si fueran nuevos usando un limpiador de tapicería y herramientas simples.
- Preparación y prueba de color: Antes de arrancar, limpiá bien con la aspiradora la superficie para sacar polvo y pelusas. Probá el producto en un sector oculto (por debajo de un asiento o detrás del respaldar) para fijarte que no dañe la tela.
- Aspirar a fondo: Pasá la aspiradora por todo el asiento, insistiendo en costuras y pliegues donde se acumula suciedad. Esto evita que la suciedad “se meta” más cuando mojás la tela.
- Elegir el producto correcto: Usá un limpiador de tapicería específico para autos, preferentemente en formato espuma o spray indicado para telas. Evitá soluciones caseras ácidas o que dejen residuos sólidos.
- Aplicación controlada: Pulverizá o aplicá una cantidad moderada del producto sobre la mancha. No empapes la tela; la idea es humedecer lo justo. Mantener la dosificación adecuada evita bordes húmedos que dejan marcas.
- Dejar actuar: Dejá que el producto actúe entre 3 y 5 minutos. En manchas muy grasas podés esperar hasta 10 minutos, pero sin que la superficie quede empapada.
- Frotar con cepillo de cerdas suaves: Con un cepillo de cerdas suaves, trabajá la mancha con movimientos circulares y suaves. No frotes con fuerza exagerada para no desgastar el tejido.
- Retirar residuos: Pasá un paño de microfibra apenas humedecido para retirar la emulsión y la suciedad. Luego, si tenés, usá la aspiradora para extracción o una aspiradora tipo “wet/dry” para eliminar humedad y residuos.
- Secado y acabado: Secá al aire con buena ventilación o con un ventilador; evitar la exposición directa y prolongada al sol fuerte. Una vez seco, aspirá nuevamente para levantar la fibra y dejar el acabado uniforme.
- Repetir sólo si hace falta: En manchas rebeldes, repetí el procedimiento una vez más. Si persiste, lo más seguro es recurrir a un servicio profesional para limpieza profunda.
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