El truco de maquillaje japonés que rejuvenece la piel al instante

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Aprendé a usar el corrector como una experta y darle un aire fresco a tu rostro siguiendo los consejos de la reconocida maquilladora María Sánchez.

El truco casero de los cinco triángulos se convirtió en el aliado perfecto para quienes quieren combatir la flacidez y las arrugas de manera rápida y sin procedimientos invasivos. Esta técnica japonesa, popularizada por la maquilladora española María Sánchez, permite rejuvenecer el rostro al instante, iluminando los rasgos y levantando la mirada con solo un corrector y unos minutos frente al espejo.

Ideal para personas a partir de los 40, el método logra un efecto natural, fresco y profesional que potencia cualquier rutina de maquillaje diaria.

Qué es el truco de los triángulos y cómo se aplica

El truco de los cinco triángulos se basa en aplicar el corrector en zonas estratégicas del rostro para reflejar la luz, levantar la mirada y dar sensación de firmeza. Cada triángulo actúa como un punto de iluminación que suaviza la flacidez y mejora la apariencia de los surcos y arrugas.

La clave está en usar un corrector ligeramente más claro que la base, difuminar con movimientos ascendentes y mantener un acabado natural, evitando sobrecargar las zonas con líneas de expresión. Paso a paso detallado:

  • Preparar el rostro: limpiar e hidratar bien la piel para que el corrector se adhiera de manera uniforme y no marque imperfecciones.
  • Elegir el corrector: seleccionar un tono apenas más claro que la base de maquillaje para iluminar sin exagerar.
  • Dibujar los triángulos: colocar cinco triángulos en puntos clave: bajo ambos ojos, en la frente, sobre los pómulos y en el centro de la nariz. Cada triángulo debe ser pequeño y proporcionado al rostro.
  • Difuminar con cuidado: usar una brocha o esponja realizando movimientos ascendentes, desde la base del triángulo hacia afuera, evitando acumular producto en arrugas o líneas profundas.
  • Revisar y ajustar: comprobar que la iluminación sea uniforme y que ambos lados del rostro queden simétricos. Añadir más producto solo si es necesario, siempre difuminando bien.

Con este método, la piel luce más luminosa, los pómulos se destacan y la mirada se abre, logrando un efecto lifting inmediato. Su practicidad y bajo costo hacen que sea un recurso ideal para el maquillaje diario, permitiendo conseguir un rostro fresco, joven y revitalizado en cuestión de minutos.

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