Salta imperdible: el pueblo rodeado por ríos, colgado de las montañas y con pocos habitantes
Este destino del norte argentino sigue siendo uno de los favoritos, con sus paisajes que combinan montañas y ríos , se volvió un clásico irresistible.
El pueblo rodeado por ríos, colgado de las montañas y con pocos habitantes
Ubicado entre cerros y nubes, este pequeño pueblo salteño es uno de esos lugares que parecen suspendidos en el tiempo. No solo por su belleza natural, sino también por la tranquilidad que transmite al visitante. Cada invierno, cientos de personas lo eligen para escaparse y reencontrarse con un entorno único.
En julio, durante las vacaciones de invierno, Iruya se llena de color y paisajes que parecen sacados de una postal. Rodeado por ríos, caminos de cornisa y una arquitectura colonial que se mantiene intacta, el pueblo se presenta como una opción ideal para viajar con poco presupuesto y sin necesidad de hacer reservas con mucha anticipación.
Si bien no es un destino tan accesible como otros puntos del NOA, la recompensa es inmensa: calles de piedra, caminatas entre cerros, comida regional y vistas que hacen valer cada kilómetro recorrido.
Qué se puede hacer en Iruya
El plan más elegido por quienes visitan Iruya es simplemente caminar y mirar. A lo largo de sus callecitas empedradas, se respira un aire sereno y se observan casas coloridas, iglesias antiguas y personas locales vendiendo artesanías. También se puede probar locro, tamales o empanadas salteñas en alguna de las cocinas familiares que abren durante el día.
Para quienes buscan algo más de aventura, uno de los paseos clásicos es el trekking hacia San Isidro, un pequeño paraje ubicado a unas tres horas de caminata. El trayecto se hace por senderos naturales y cruza varios ríos, por lo que es recomendable llevar buen calzado y consultar el clima.
Otro plan ideal es llegar hasta alguno de los miradores que hay a las afueras del pueblo. Desde allí se ve cómo Iruya se descuelga de la montaña, rodeado por la inmensidad del paisaje salteño.
Dónde queda Iruya
Iruya está ubicado al norte de Salta, aunque para llegar hay que pasar primero por la provincia de Jujuy. Se encuentra a unos 3.100 metros de altura, lo que significa que el clima puede ser fresco incluso en verano, y en invierno las temperaturas bajan bastante, sobre todo a la noche.
Rodeado por la quebrada y sin muchas construcciones modernas, el pueblo mantiene un espíritu auténtico y silencioso que lo distingue del resto. No hay grandes cadenas hoteleras ni propuestas turísticas invasivas: todo es simple, casero y de cercanía.
Cómo llegar a Iruya
Desde San Salvador de Jujuy, hay que tomar la Ruta Nacional 9 hasta Humahuaca y luego desviarse por la Ruta Provincial 133, un camino de montaña de aproximadamente 50 km que puede volverse complicado si llueve. Lo recomendable es hacerlo en vehículos altos o 4x4, aunque muchas personas lo hacen en auto particular o en colectivos que salen desde Humahuaca.
El camino es parte de la experiencia: curvas, ríos, pendientes y paisajes que van cambiando a medida que se asciende. Una vez que se llega, el resto es fácil: el tiempo se desacelera, y la conexión con la naturaleza hace que el viaje valga cada minuto.
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