¿Y si Burgos no fue?
Mauro Szeta analiza el giro dado en el juicio por la salidera a Carolina Piparo y plantea los escenarios por los que atraviesa el principal acusado.
En contra, Burgos tenía el reconocimiento de dos testigos, un electricista y su esposa, y en el juicio, la sorprendente declaración de Carolina. Es que Ema, nunca lo había identificado a Burgos en la instrucción, y en el juicio, lo terminó incriminando.
A favor, Burgos siempre había tenido a favor que la prueba de parafina le había dado negativo. Es decir, no había vestigios de pólvora en sus manos. Es decir, no se pudo probar que disparó.
Pero algo más a favor del acusado. Su teléfono celular nunca se activó en la escena del crimen. Los teléfonos del resto de la banda, sí.
Con todo esto, Burgos aparece beneficiado en la etapa inicial del juicio. Ahora, la pregunta que subyace es la siguiente. ¿Los testigos marcaron a Burgos por error, o como denuncia él, fueron inducidos por la policía para cerrar el caso con un perejil? Si es así, es gravísimo, de terror, imposible de digerir.
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