Cesan los rescates en Bangladesh: 1127 trabajadores muertos
El Ejército Nacional bangladeshí anunció que dejarán de buscar cadáveres a partir del martes. Las autoridades están reviendo el valor salarial ante el reclamo de los obreros. Es la peor masacre industrial de la historia.
Este martes, cuando se cumplan 20 días del derrumbe del edificio Rana Plaza, en Savar, a 30 kilómetros de la capital bengalí, el Ejército Nacional pondrá fin a la búsqueda de cuerpos. Así lo informaron este lunes los altos mandos militares. Es la peor masacre industrial de la historia.
La zona del derrumbe aún es un hueco profundo repleto de escombros y los hierros retorcidos –ya sin cuerpos- dejan al desnudo la estructura fatídica en la que trabajaban poco más de 3500 personas, en 8 pisos cubiertos de fábricas textiles apiladas y apelmazadas. Con el contador parado en 1127 cadáveres, el Gobierno nacional –al que pertenecía el empresario dueño del edificio derruido- anunció que Bangladesh subirá los magros salarios de sus operarios textiles.
Magros.
La mayor parte de los bengalíes cobraba un promedio de 40 dólares al mes. Los más chicos, lógico, no llegaban a 30. La comisión especial que formarán sindicalistas, empresarios y Gobierno, estipula –sin confirmación- que llevarán los salarios hasta los 60 o 70 dólares mensuales. Un incremento notable para los obreros peor pagos del mundo. Los trabajadores piden 100 dólares: la condición de vida no mejorará mucho.
"Las operaciones de rescate del ejército están casi terminadas. Estamos a punto de ceder el mando a la administración local y regresaremos a nuestras guarniciones", consignó el general Sidiqul Alam a la agencia AFP. Los oficiales piensan que ya no hallaran más cuerpos.
La tarea de rescate demandó el esfuerzo de todas las fuerzas de seguridad locales. Llegaron desde Dacca –la capital bengalí- centenares de efectivos. Cuerpo a cuerpo cobraron noción de la masacre, a medida que los familiares y sobrevivientes manifestaban en los alrededores para cobrar sus salarios: el último 1ª de mayo, en el Día del Trabajador, miles de obreros bangladeshíes coparon las calles en señal de protesta.
Hubo, ante el desahucio, un milagro diminuto: el viernes, 16 días después del derrumbe, encontraron con vida a una joven de 18 años. La costurera Reshma Islam fue una de las casi 2400 personas que sobrevivieron inexplicablemente al enjambre de hierros retorcidos y hormigón de baja calidad.
Las autoridades locales, en gesto de preocupación, señalaron que juzgarán a los responsables. El dueño del edificio y una decena de inspectores municipales, así como los propietarios de las fábricas allí instaladas, serán indagados. Bangladesh ostenta los peores salarios del mundo y más de 3 accidentes laborales de magnitud en el último semestre. Derrumbes e incendios han tenido lugar en las textiles locales, que proveen a las marcas de moda en Europa, América e incluso en China.
El aumento salarial es presentado en estos días como un reconocimiento a la mala condición de vida de los trabajadores. En realidad, es resultado de los 1127 muertos, de la presión de los obreros y manifestantes, sumado a las penalidades que prometiera la Unión Europea.
"La comisión tardará tres meses en hacer sus recomendaciones, pero el aumento del salario mínimo entrará en vigor con efecto retroactivo desde el 1 de mayo", señaló Tarek Zahirul, vocero del Ministerio de Textiles de Bangladesh. Además, el Parlamento aprobó una modificación de la ley laboral y permite ahora la sindicalización de los obreros textiles, y obliga a los empresarios con más de 100 empleados a tenerlos asegurados.
Por Brian Majlin
Las Más Leídas
Dejá tu comentario