Estados Unidos y Rusia se enfrentan por la muerte de un nene de 3 años

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Maxim Kuzmin había sido adoptado por una familia de Texas. Desde Moscú denuncian que el chico murió tras ser golpeado por su madre.

Rusia y Estados Unidos mantienen un duro enfrentamiento por la extraña muerte de un niño ruso de 3 años adoptado por una familia de Texas, ya que Moscú reclama justicia contra los padres adoptivos y Washington asegura que el pequeño falleció por un accidente.

"Exigimos a EE.UU. la entrega de los correspondientes documentos forenses, incluido el certificado de defunción de Maxim Kuzmin y la devolución de su pasaporte", afirmó Konstantín Dolgov, jefe del Departamento de Derechos Humanos del Ministerio de Exteriores ruso.

El escándalo estalló horas después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, y su par estadounidense, Barack Obama, hicieran votos en una conversación telefónica por evitar pasos que puedan perjudicar las ya tensas relaciones bilaterales.

El pasado 18 de febrero, el Defensor del Menor de Rusia, Pável Astájov, denunció que Kuzmin murió tras ser golpeado por su madre adoptiva, aunque más tarde se desdijo sobre el presunto asesinato e insistió en que dejar a un niño sin cuidado "ya es un crimen en Texas".

Sin embargo, las conclusiones preliminares de la investigación apuntan a que "fue el niño quien se infligió a sí mismo" el golpe en el abdomen que acabó con su vida. Maxim había sido adoptado por la familia Shatto en un orfanato.

Así, la policía de Texas desmintió la versión de un posible asesinato y exculpó a los padres adoptivos al informar que Kuzmin murió accidentalmente en el jardín de su casa. Además, destacó que cuatro médicos corroboraron que las contusiones que presentaba su cuerpo "no pudieron" ser causadas por otras personas.

En cambio, Dolgov subrayó que "sólo tras estudiar esos documentos (forenses y de defunción) se podrán sacar conclusiones (definitivas) sobre las circunstancias de la muerte del niño para decidir nuestros próximos pasos".

Los padres del niño niegan también que Maxim hubiera ingerido sustancias psicotrópicas como sugieren las autoridades rusas, sino sólo pastillas contra la hiperactividad. Con todo, la Fiscalía de Texas no descartó que pueda presentar cargos contra los padres por negligencia criminal al término de la investigación.

Fue el propio Astájov el que aseguró en twitter: "Un niño de tres años ha sido víctima de la gran política". "Investigación relámpago en Texas. Maxim Kuzmin se mató a si mismo. ¿Triunfo de la Justicia? Los moretones han desaparecido, las medicinas se disolvieron, los padres adoptivos han sido absueltos, las autoridades rechazaron las denuncias. Insistimos en la presentación de pruebas convincentes", dijo.

Según Astájov, 20 niños rusos adoptados murieron desde 2001 en Estados Unidos, país que acogió a unos 60.000 menores desde la caída de la Unión Soviética en 1991.

Por esta razón, Rusia ya aprobó en diciembre pasado una controvertida ley que prohibe las adopciones de niños rusos por familias estadounidenses. Varios miles de personas participaron hoy en Moscú en la oficialista "Marcha en Defensa de los Niños" en la que, entre otras demandas, se exigió el retorno a Rusia de Kiril Kuzmin, hermano del niño fallecido y adoptado por la misma familia.


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