Identificaron una nueva causa de aterosclerosis que revoluciona su tratamiento: de qué se trata

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Un equipo de científicos en España presentó la hipótesis de que un metabolito derivado de la microbiota intestinal podría desencadenar esa enfermedad.

Un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), con sede en Madrid, España, presentó días atrás su estudio sobre cómo la microbiota intestinal podría estar vinculada al desarrollo de la aterosclerosis, que tapa las arterias y provoca enfermedades cardiovaculares.

En su trabajo publicado en el último número de Nature, el equipo del CNIC señaló que el propionato de imidazol (ImP), un metabolito derivado de la microbiota intestinal, podría ser un agente capaz de desencadenar aterosclerosis, por lo que debería ser considerado un "blanco" en el proceso de prevención y tratamiento.

El objetivo es facilitar la identificación de factores de riesgo en pacientes sanos, es decir, personas que no tienen aterosclerosis pero sí presentan este metabolito en el intestino. También se espera que transforme el tratamiento que recibirán quienes ya tengan el diagnóstico de la enfermedad.

Usando ratones para crear el modelo a estudiar, los científicos introdujeron el propionato de imidazol en individuos que ya eran propensos a desarrollar la aterosclerosis y tenían una dieta a base de alimento balanceado.

Esa modificación fue "suficiente para inducir la aterosclerosis sin alterar el perfil de lípidos", consta en el artículo publicado en la revista Nature, en el que también se señaló que la modificación alteró el funcionamiento de los glóbulos blancos y las defensas del organismo.

"Específicamente descubrimos que la aterosclerosis era causada por el receptor imidazolina-1 en células mieloides (blancas). Bloquear este axis de propionato de imidazol e imidazolina-1 inhibe el desarrollo de aterosclerosis inducida por el propionato de imidazol o por dietas altas en colesterol, en ratones", explicaron.

molécula en el intestino vinculada a la aterosclerosis

El estudio se extendió también a dos grupos de seres humanos, y de nuevo se observaron vínculos entre el propionato de imidazol y la propensión a desarrollar aterosclerosis.

"Este metabolito es producido exclusivamente por las bacterias intestinales. Nuestro estudio demuestra que su presencia en el torrente sanguíneo se asocia con el desarrollo de aterosclerosis activa en personas aparentemente sanas", explicó AnnaLaura Mastrangelo, investigadora que participó del estudio en el CNIC.

"Detectar este marcador sanguíneo ofrece una gran ventaja, ya que las herramientas de diagnóstico actuales se basan en técnicas de imagen avanzadas que son complejas, costosas y no están cubiertas por los sistemas de salud pública", señaló.

"Los niveles sanguíneos de ImP proporcionan un marcador diagnóstico que podría ayudar a identificar a individuos aparentemente sanos con aterosclerosis activa y, por lo tanto, permitir un tratamiento más temprano", convino Mastrangelo.

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