La "guerra" contra los monjes no deja ni que la ONU intervenga

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Télam
Por Télam

  • Llegó hoy a Birmania el enviado especial de Naciones Unidas.
  • Las fuerzas de seguridad locales detuvieron a unos 40 manifestantes, que se reunieron frente al hotel donde se hospedará Gambari, y fueron conducidos en camiones a un lugar desconocido.
  • Gambari se reunirá con líderes religiosos, presos políticos y con la Premio Nobel de la Paz.

El enviado especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, arribó hoy a Birmania con el objetivo de convencer a la junta militar que detenga la represión de manifestantes, quienes realizaron nuevas protestas en Pakokku y Rangún, donde muchos de ellos fueron golpeados y arrestados.


 


Sin embargo, la junta militar de Myanmar prohibió un encuentro entre el observador y la opositora y premio Nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, luego de dos semanas de protestas contra el gobierno que causaron al menos 20 muertos.



Las fuerzas de seguridad locales detuvieron a unos 40 manifestantes que se agrupaban ante el hotel de Rangún donde Gambari tiene previsto alojarse, informó la agencia alemana DPA.

Durante los disturbios, los militares cercaron a los manifestantes y después los condujeron en camiones a un lugar desconocido.

A su vez, miles de personas encabezadas por un grupo de monjes budistas marcharon hoy en forma pacífica por la ciudad de Pakokku, 500 kilómetros al norte de Rangún, una de las principales ciudades de Myanmar, en el sudeste de Asia.

La protesta contra la junta militar birmana que gobierna esta pequeña ex colonia británica fue liderada por un millar de monjes, dijeron testigos, citados por la agencia italiana ANSA.

Según testigos citados por los medios, cientos de soldados patrullan las calles y otros tantos están atrincherados en puntos estratégicos de la ciudad, a la espera de más protestas contra la Junta Militar.

Voceros de ONU señalaron que Gambari se reunirá con líderes religiosos, presos políticos y con la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que lleva más de cuatro años bajo arresto domiciliario en la ex Birmania.

Las mismas fuentes indicaron que el observador internacional voló directamente desde la metrópolis portuaria de Rangún a Naypyidaw, 300 kilómetros más al norte, donde hace dos años la Junta Militar trasladó la sede del gobierno.

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