Montecristo: entrevista al autor de la telenovela éxito del 2006

Espectáculos

*Junto con Adriana Lorenzón, Marcelo Camaño fue el guionista de la historia que se atrevió a adaptar la célebre novela de Alejandro Dumas al formato televisivo y con el trasfondo de la convulsionada década del setenta.
*La historia que protagonizó Pablo Echarri acaba de ser editada en un libro.

Santiago Díaz Herrera, enfundado en su traje blanco de esgrima que resaltaba aún más su figura esbelta, se paró en posición de ataque y levantó su espada. Una sonrisa cálida se le dibujó en el rostro. Frente a él, Marcos Lombardo…

Así empieza “Montecristo -un amor, una venganza-”, el libro que acaba de salir al mercado sobre la telenovela que durante buena parte del año pasado atrajo a miles de televidentes, que siguieron la historia de amor y venganza, con el trasfondo del terrorismo de Estado de los años setenta, del joven abogado y esgrimista Santiago Díaz Herrera.

El libro, editado por Summa y Telefe, es una buena excusa para entrevistar a Marcelo Camaño, autor de la novela junto a Adriana Lorenzón.

- minutouno.com: ¿La idea del libro nació al final de la tira o ya lo tenían pensado cuando comprobaron que “Montecristo” era un suceso?
- Marcelo Camaño: No, en realidad fue una propuesta que vino desde la editorial. A ellos les interesó cómo estábamos contando la telenovela, quisieron interiorizarse más y propusieron hacer el traspaso a un libro.
- minutouno.com: ¿Y cómo fue la experiencia de resignificar un formato audiovisual, aún cuando estuviera el guión, a las casi 500 páginas que tiene el libro?
- M. C.: Acá lo audiovisual fue más que nada un marco para la historia, pero para nosotros lo interesante fue poner en la novela todo lo que queríamos hacer en la tele y a veces teníamos que modificar por distintos problemas, que tenían que ver con cuestiones de producción o de actuación. Ellos, la editorial, creyeron en nuestra adaptación del clásico de Dumas, y sobre todo, les interesó la vuelta que le dimos, cómo la adaptamos y cómo entró el tema de los civiles que colaboraron en la dictadura.

Sabía que había sobrepasado sus límites al golpear a Marcos y encerrarlo en la bóveda familiar, pero al mismo tiempo sentía que, por tanto dolor y tanta necesidad de venganza, era capaz de todavía más.

- minutouno.com: ¿Te parece que todo el relato honró a la justicia más que a la venganza?
- M. C.: La muerte no trae ninguna justicia ni pienso que es un castigo en si mismo, pero para esta historia la solución frente a los villanos no podía ser muy distinta. Si te referís a la falta de juicio, si, nos quedamos con ganas de verlo más detalladamente, pero no tuvimos tiempo de contarlo.
- minutouno.com: Pero durante toda la novela hubo una tensión que a veces parecía diluir la frontera entre venganza y justicia.
- M. C.: No, nosotros lo teníamos claro, lo que pasa es que queríamos contar el proceso del protagonista en pasar desde la idea de venganza a la justicia. Tensar todo el tiempo ese tema, y darle la oportunidad al personaje de reflexionar con claridad frente a esto.
- minutouno.com: Sin embargo era extraño ver como, por caso, Santiago le pegaba un palazo a Marcos, una actitud poco frecuente en un héroe televisivo.
- M. C.: Si, esas cosas eran muy infrecuentes y teníamos que pensar mucho esas escenas para evitar situaciones peores, pero el público tomaba esas revanchas como éxitos del personaje. Es muy perturbador escuchar que la gente festeje esas escenas o el final de los villanos.
- minutouno.com: Con el rating apretando minuto a minuto, ¿fueron muchos los cambios que tuvieron que hacer para satisfacer las altas y bajas de audiencia?
- M. C.: La verdad que ninguno. Algunos cambios negociamos hacerlos en función de dejar más convencido a algún sector actoral, pero nada más. El rating no nos movilizo ni para bien ni para mal, el canal nunca nos empujo a nada en particular. Esta historia tenia dos puntos muy fuertes con ambos reencuentros, hacia el final de la historia no había sorpresas insólitas sino que solamente era desandar el camino del principio.

Las dudas sobre la identidad de Laura la perturbaban. Victoria le pidió a Sarita que la acompañara a la sede de las Abuelas de Plaza de Mayo a buscar algunos datos con lo que pudieran echar un poco de luz en el camino.

- minutouno.com: ¿Cuándo sintieron que la temática de la telenovela estaba encaminada y que el trasfondo de la represión de la década del setenta era aceptado naturalmente por los espectadores?
- M. C.: Cuando se empezó a aceptar sin que sea un hecho extraordinario. El tema ingresó naturalmente en la historia, se fue desparramando en el resto de la temática y enganchó sin que se lo esperaran. Me parece que pudimos construir con cierta sensibilidad para que funcione.
- minutouno.com: ¿Y desde el principio hubo relación con los organismos de derechos humanos?
- M. C.: Pedimos asesoramiento a Abuelas y fuimos muy bien recibidos. El efecto rebote que se dio con ellos fue muy fuerte, porque empezaron a aparecer temas, historias, que  nos llenaban de situaciones y descubrimos que todo lo que sabíamos era muy poco al lado de todo lo que podíamos enterarnos ahora. El tema también entro con naturalidad en ellos, que de entrada no creyeron que lo íbamos a tratar con seriedad, porque muchas veces la tele los maltrató. La verdad que pudimos contar mucho a partir de esas experiencias.

La felicidad soñada, anhelada, la tranquilidad de despertar diariamente al lado de sus amores, Laura y Matías, finalmente había llegado y Santiago la sostenía en una mano decidido a no soltarla nunca más.
 
- minutouno.com: ¿Cómo tomaron las críticas que hubo con respecto al final, principalmente las que se dirigían a esa especie de epílogo en donde los personajes hacían como un balance?
- M. C.: Cualquier final siempre defrauda a los seguidores y mucho más a los fanáticos. El balance que vos decís es típico de los finales de las telenovelas. Siempre se toma un tiempo de cerrar las historias de todos los personajes secundarios y buscarle una vuelta de rosca a los protagonistas. Que Marcos se escape de la cárcel tenía que ser tomado como código en el súper final.

Con una excelente respuesta de público durante todo el 2006, hasta alcanzar hacia el final casi 35 puntos de rating, “Montecristo” se convirtió en un suceso que excedió a la televisión y la novela, recientemente editada, confirma el fenómeno.

Y mientras que se van liberando de la resaca provocada por el éxito de la novela, la dupla autoral de ““Montecristo”” ya está trabajando en otra historia para Telefe. Marcelo Camaño adelanta que van a hacer una historia “más virada hacia la comedia negra, bastante particular, con un tema muy argentino, y un elenco encabezado por Roberto Carnaghi  y Miguel Ángel Rodríguez, más figuras como Luisana Lopilato y Claudia Lapacó".

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