La cancha está doblemente inclinada

Política

Un breve repaso de las diferentes realidades a cuento de las discusiones sobre el rol de la Corte Suprema de Justicia en el contexto presupuestario de la Nación y los distritos argentinos.

El presupuesto para la Ciudad de Buenos Aires para el año 2023 alcanza los 2,154 billones de pesos ($2.154.000.000.000). Para la Provincia de Buenos Aires, el presupuesto 2023 es de 6,9 billones de pesos ($6.900.000.000.000).

A simple vista parecería que la PBA posee casi el triple de los recursos con los que dispone la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, y según el INDEC, mientras en CABA tenemos 3.083.770 habitantes, en la PBA se cuentan 18.039.509 pobladores; esto es, una población casi 6 veces mayor.

¿Y esto que significa? Significa que, comparada con la Provincia, la Ciudad de Buenos Aires tiene un presupuesto que es de prácticamente el doble de recursos por habitante.

En efecto la Ciudad cuenta con recursos equivalentes a casi $700.000 por habitante por año, mientras que para la Provincia de Buenos Aires, dicho monto se reduce a $380.000; o sea, 54% de dinero por habitante.

Pero no sólo lo anterior. A la diferencia apuntada hay que sumarle que la CABA tiene prácticamente la totalidad de los problemas de infraestructura (desde asfalto hasta redes de gas, agua potable, cloacas y electricidad) resueltos por el Estado Nacional, de modo tal que además de contar con mayores recursos, la Ciudad de Buenos Aires tiene también menor necesidad de inversión en infraestructura. La inversión más importante que le correspondería en materia de infraestructura vendría a ser la ampliación de la red de subterráneos, pero hace varios años que no hay trabajos en marcha.

¿Y qué pasa con los distritos linderos a la ciudad capital?

Avellaneda, que queda a solo un puente de distancia, tiene una población estimada de 400.000 habitantes y cuenta con $53.000 millones de presupuesto para 2023. Esto arroja una suma de $132.500 por habitante; es decir, apenas un quinto de los recursos con los que cuenta la Ciudad de Buenos Aires.

Dicho de otro modo, para mantener la paridad, Avellaneda debería contar con un presupuesto de casi $280.000 millones. Y el presupuesto de la Provincia de Buenos Aires debería alcanzar los $12,6 billones anuales.

Por lo expuesto, resulta muy difícil comparar las gestiones de la Ciudad de Buenos Aires con la Provincia de Buenos Aires y/o con cualquiera de los municipios que la componen. Es que a la diferencia de necesidades, también hay que sumar la casi escandalosa disparidad de recursos.

Digamos entonces que la cancha está demasiado inclinada; y que dicha inclinación es la que permite al Gobierno de la Ciudad niveles de gastos superfluos que resultarían imposibles o impensables en cualquier otra jurisdicción.

Obviamente, esta diferencia tan grande no puede más que poner en discusión la pretendida eficiencia en la administración de la CABA. O del otro lado del espejo, el alcance de las pretendidas ineficiencias de las restantes administraciones locales.

Al respecto, es paradójico el gasto en publicidad. Mientras en el presupuesto 2023 se prevén para la Ciudad 9.416 millones de pesos para poco más de 3 millones de habitantes, el presupuesto del Ministerio de Comunicación Pública de la Provincia de Buenos Aires alcanza los $5.349 millones para sus 18 millones de pobladores. Esto importa aproximadamente $3053/habitante en CABA contra $296/habitante de PBA. Más de 10 veces! La diferencia es insoslayable.

Hablando claro. ¿Es el Gobierno de CABA tan eficiente como nos hacen creer, o simplemente “le sobran” recursos que puede destinar, por ejemplo, a “pauta” publicitaria? Y también cabe preguntarse: ¿cómo estaría la Provincia de Buenos Aires si el gobernador contara con recursos similares a los de la Ciudad y además ya tuviera todos los problemas de infraestructura resueltos? ¿Y una ciudad como Avellaneda? ¿O Lomas de Zamora? ¿O Merlo?.

Obviamente, los números expuestos no pretenden ser absolutos ni definitivos porque no se nos escapa que pueden darse otras transferencias del Estado Nacional, pero si señalar una disparidad innegable que muchas veces no se tiene en consideración cuando se trata de evaluar no sólo la gestión, sino también la capacidad de gestionar del Jefe de Gobierno y los Gobernadores e Intendentes, no sólo de la Provincia de Buenos Aires en particular, sino también de todo el país.

El autor es abogado y propietario del Estudio Juan Díaz & Asociados.

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