Néstor Kirchner comprendió el país y el mundo en el que vivíamos

Política

Jorge Taiana es senador nacional. Fue vicecanciller desde el inicio del mandato de Néstor Kirchner hasta 2005 cuando asumió al frente del Palacio San Martín.

Recordar a Néstor Kirchner a diez años de su desaparición física es un ejercicio para mí muy contradictorio. Por un lado está la figura política que con el tiempo se acrecienta. La trascendencia de Néstor Kirchner es aún más grande de lo que incluso los llamados kirchneristas le atribuyen.

Lo que vio él es la necesidad de una renovación profunda del peronismo y del Movimiento Nacional Justicialista, pero sobre todo vio la necesidad de comenzar una salida contundente de ese modelo neoliberal con un Estado reducido y vinculado a un país extractivista y agroexportador. Néstor Kirchner comprendió que ese modelo estaba agotado.

Néstor Kirchner también comprendió la importancia de avanzar en la agenda de memoria, verdad, justicia y los Derechos Humanos. No porque no se hubiera hecho nada al respecto, pero lo que estaba hecho era parcial y él avanzó a fondo.

También Néstor Kirchner comprendió el mundo en el que estábamos viviendo. Era un mundo posguerra fría, en el que surgían países emergentes y en desarrollo. Ese mundo requería integración regional y lo vio con claridad.

También vio que el futuro de la Argentina estaba en los jóvenes. Una juventud que estaba entregada al individualismo y a la que le transmitió un mensaje extraordinario: “si no te gusta la sociedad en la que vivís, cambiala” y los cambios se llevan a cabo a través de la atracción política.

Ese es el impacto más profundo que dejó en la juventud. Todo el mundo se sorprendió cuando tras la muerte de Néstor, en su velorio, aparece una masa enorme de jóvenes que nadie sabía dónde estaban, que nadie sabía que lo apoyaban, pero habían recibido ese mensaje de “vamos a cambiar una sociedad que es injusta y que no nos gusta”.

Ese mensaje de Néstor Kirchner está presente hoy y estará presente por mucho tiempo.