El blindaje a Larreta

Política

Si alguien quiere saber en qué consiste el blindaje mediático, le recomendamos que se imagine lo que serían en este momento los canales de televisión, los sitios de internet y las tapas de los grandes diarios si las largas filas de adultos mayores de 80 años en medio del rayo del sol, de la desorganización y de la peor pandemia de los últimos 100 años fuera en la Provincia de Buenos Aires y no en la ciudad que gobierna Horacio Rodríguez Larreta.

Siempre se ha hablado muchísimo del blindaje mediático, pero muy poco se ha definido sobre él y lo ocurrido el día de ayer es una muestra clara que sirve para describir con la perfección de un bisturí esto de lo que tanto se hace necesario hablar. Este es el verdadero servicio que ofrecen las corporaciones mediáticas, el de proteger de la información al mismo tiempo que la ocultan. Pero, cuando el servicio se vuelve más que obvio y se requiere acallar las voces de aquellos que ponen en tela de juicio la objetividad e independencia de la prensa, es cuando su verdadera maquinaria se pone en marcha y visibiliza lo ocurrido, obviamente, sin poner en riesgo la vida de su cliente ya que nadie resiste una tapa de un medio corporativo, a menos que se trate de Cristina Fernández de Kirchner.

Los grupos hegemónicos no sólo tienen la habilidad de construir sentido a partir de noticias falsas, también se especializan en desarrollar maniobras de ocultamiento sistemático de la información, escondiendo a determinados actores y culpabilizando a otros según los intereses que estén en juego.

Un ejemplo de ello lo pudimos ver en cómo tituló el diario Clarín el desastre en el operativo de vacunación de la Ciudad de Buenos Aires: “Vacunas: los jóvenes hacen la V, los viejos hacen la cola” atribuyéndole la culpa a “las decenas de militantes K que son vacunados sin integrar grupos de riesgo y sin respetar el orden, mientras miles de mayores de 80 hacen fila a la espera de sus dosis”.

Como no podía ser de otra manera, la génesis de todos los males en la Argentina recae sobre nuestros jóvenes militantes que luchan por una sociedad más justa, para que haya una menor concentración de la riqueza y con mayores oportunidades para todes. Pero la verdad es que “les jóvenes” son el chivo expiatorio de una operación sistemática de ocultamiento que no puede poner en palabras ni decir el nombre y apellido del verdadero responsable del escandaloso operativo de vacunación: Horacio Rodriguez Larreta.

Lo que esta noticia tampoco dice es que “les jóvenes” recibieron su primera dosis no por ser “militantes k” sino por ser parte del personal docente y de salud de la Provincia de Buenos Aires, estando en la vanguardia y en la primera línea de enfrentamiento contra este ejército invisible que ya se cobró la vida de 52.000 argentinos y argentinas. Nada dice tampoco que muchos de estos “viejos” recién se inscribieron para recibir la vacuna en estas últimas semanas como consecuencia del temor que le instalaron estos mismos medios de difusión en su afán de hacerle lobby a la vacuna Pfizer, mientras paralelamente demonizaban a la Sputnik V.

Tampoco explican porque el gobierno de la ciudad no es capaz de realizar una aplicación que le permita identificar barrios para que los mayores no tengan que movilizarse y cruzar la ciudad. ¿Por qué no preguntan los “periodistas independientes” por la falta de un proceso de descentralización para acercar la vacuna a los vecinos?

En otro titular: “Coronavirus: tras las demoras y las críticas, la Ciudad suma más centros para vacunar a mayores de 80 años” argumenta que las largas colas de los mayores de 80 años son “problemas logísticos” y “de la cantidad de acompañantes de los adultos mayores” que contribuyeron al desorden del proceso.

Después de haber dicho todo esto, sabemos que los titulares tendrían que haber sido “Los mayores de la ciudad debieron sufrir las consecuencias de una desastrosa organización del operativo de vacunación de Rodriguez Larreta”. Sin embargo, como el diario no puede decir quién fue el responsable de lo ocurrido, tiene que culpabilizar de todo a nuestras juventudes, a los acompañantes y al gobierno nacional. Nunca diciendo la verdad, siempre la mentira.

Los medios ponen a la luz o condenan al ostracismo mediático lo que ellos quieren. Intentan imponerte sobre qué temas informarte, incluso el cómo debes opinar. Siempre con operaciones de sentido que nada tienen de inocentes, que están cargadas de significados no explicitados que solo pueden ser detectados a partir de una lectura minuciosa como la que pretendemos incentivar en estas líneas.