Las hijas de Martínez Poch denunciaron a su padre por maltratos

Sociedad

Giuliana y Pilar, que ahora tienen 19 y 20 años, revelaron los maltratos que debieron sufrir por el hombre que ahora está acusado de secuestrar y torturar a su ex pareja.

Las hijas de Jorge Cristian Martínez Poch, el hombre acusado de haber secuestrado y torturado a su expareja, aseguraron este jueves que lo que pasó con la abogada platense "no es nuevo" y revelaron que siempre fue de golpear a sus novias. C5N tuvo acceso a las declaraciones que las jóvenes de 19 y 20 años realizaron ante una fiscalía.

"Siempre fue violento, no es nuevo. Hace 30 años que es así. Gozó siempre con el dolor que provocaba. Siempre nos maltrató psicológicamente porque nos crió siempre en un estado de violencia", expresaron Giuliana y Pilar, de 19 y 20 años.

"Mi papá llevaba diferentes parejas a mi casa. La primera fue a los tres meses del fallecimiento de mi madre y con todas tenía un vínculo muy, muy violento tanto físico como psicológico", contó una de las chicas. Y allí comenzó un relato de hechos de extrema violencia física y psíqioca dramáticos.

"Mi padre, que es un hombre de la noche, llevaba a casa armas y droga, y todo delante de nuestros ojos", aseguró una de las jóvenes. "Comenzó a tener con nosotras un vínculo enfermizo, ya que ni bien no hubo agresiones físicas pero sí mucho maltrato psicológico. Todo fue a raíz de su personalidad ya que es un hombre mitómano, muy inteligente lo cual usa para todo lo que él busca lograr. Es manipulador, con capacidad de dar vuelta las cosas a su antojo", agregó.

"Recuerdo que cuando éramos chicas mi papá no nos dejaba salir a la calle. Íbamos al colegio y cuando salíamos íbamos corriendo a casa a hacer la comida y limpiar toda la casa como él nos había indicado", recordó.

Las hermanas señalaron que Martínez Poch siempre las maltrató y las responsabilizaba por sus fracasos y de la muerte de su madre.

Las jóvenes indicaron que su padre dormía en el living junto a ellas y que discutía "desnudo" con sus parejas y en la presencia de ellas dos. "Gestos de cariño no, siempre daba un abrazo muy frío. Es una persona que si se tiene que poner a llorar para dar lástima, lo hace", afirmaron las chicas.

"Dormíamos los tres en la misma cama que él había colocado en el centro del living a pesar de ser una persona con recursos económicos. Esto siempre a mí me pareció perverso pero no le decíamos nada por temor ya que es una persona violenta".

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Por otro lado, una de las jóvenes confesó que le "daba miedo que nos amenazara con matarse de diversas formas. Agarraba un montón psicofármacos y simulaba metérselos a la boca, se ponía un arma en la cabeza y tomaba cocaína delante de nosotras. Y ahora me doy cuenta que todo esto lo hacía por el goce que le causaba vernos llorar y pedirle por favor que no lo hiciera".

Las hijas del hombre que está detenido por golpear y secuestrar la abogada Vanessa Rial, de 38 años, señalaron que "a él no les servía golpearnos, porque nosotros éramos como sus sirvientas".

"Era un maltrato psicológico. No era una familia, todo era muy violento y jamás nos trató como nenas. Nos trataba como amigas", expresó Pilar.

No obstante, aclararon que Martínez Poch nunca tuvo acceso carnal para con ellas, pero sí señalaron que les hacía ver películas para adultos y que les tocaba sus partes íntimas.

"Si bien no hubo una situación de abuso sexual plena, cuando éramos chicas y estábamos durmiendo nos hacía cucharita, nos tocaba la vagina", detalló la joven. "También varias veces veía toda clase de películas, incluso con contenido pornográfico delante de mío y de mi hermana. Cuando yo tenía entre 10 y 11 años en una oportunidad lo escuchaba cuando tenía relaciones sexuales porque siempre todo lo hizo explícito y a la vista. Yo no me podía dormir por esta situación. Hasta que un día hice ruido con la cama y mi papá me acostó en la misma cama que él y su pareja. Yo me acosté dándoles la espalda y mi papá siguió teniendo relaciones sexuales", agregó.

Por último, la joven sostuvo que con "todas las parejas que tuvo mi padre siempre hubo un vínculo de violencia y dominación ya que no les daba la oportunidad de que le digan que no. Y si así ocurría las sometía a golpizas terribles".

Las chicas abandonaron el hogar paterno a los 14 y 15 años, cuando el propio Martínez Poch se las dejó a su suegra, con una carta, porque no podía hacerse cargo de ellas. "Nos dejó como si fuÉramos un paquete", expresaron las jóvenes que ahora tienen 19 y 20 años.  

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