Los acusaron por la muerte de su beba y casi los linchan en la comisaría: "Los primeros dos días no nos dieron ni agua"
Una pareja de La Matanza estuvo detenida por la muerte de su beba de 21 días en manos de efectivos policiales que los maltrataron física y psicológicamente.
Gabriel Barrientos y Layla Rivero viven un calvario desde el 7 de febrero pasado, cuando murió en sus brazos su hija de apenas 21 días, llamada Alison. Para peor, la pareja fue detenida y acusada por el asesinato de la bebé, y esta semana confirmaron que fueron víctima de maltrato físico y psicológico en la comisaría donde pasaron cinco días.
"Me golpearon en la comisaria. Me aislaron. Me decían barbaridades de mí y de mi hija y yo no podía hacer nada porque estaba esposado. Viví un calvario. Imagínese lo que vivió mi pareja. A mi mujer la golpearon por todos lados, la maltrataron física y psicológicamente", contó Barrientos este martes a Radio Con Vos.
"Los primeros dos días no nos dieron ni agua, recibía insultos todo el tiempo y no me dejaban comunicarme con mi familia", agregó Barrientos, cuyo abogado ya prepara una posible denuncia por por tortura física y psicológica contra los efectivos de la policía bonaerense que los retuvieron en La Matanza.
Barrientos recién se enteró estando en el calabozo que su hija de 21 días había fallecido. "Me dijeron que personas como yo no se merecían ni agua", comentó sobre el maltrato que recibió luego.
El padre de la criatura intentó reanimarla en su casa de Ciudad Evita, pero fue inútil. "Llegué al hospital casi en cuero y en ojotas", recordó, pero esa escena caótica no sería la única que viviría el martes 7 de febrero.
Por su parte, a Rivero la presionaron en la comisaría de Altos de Laferrere para que denunciara al padre de su hija por el supuesto abuso que había informado el personal del Hospital Alberto Belistrini, donde habían declarado la muerte de la beba.
"Jamás me puse en contra de él porque sabía que no había hecho nada", afirmó la mujer, que fue víctima de maltrato por parte de otras detenidas en la dependencia policial de San Alberto.
"Una de las presas me metió una patada en la cara y unas 15 o 20 pibas me empezaron a pegar", reveló Rivero.
La mujer y su pareja ya cuentan con la representación legal de un abogado, Miguel Ángel Racanelli, quien podría solicitarle a la Justicia que se investigue cuál fue la razón por la que los efectivos, tanto de la comisaría de Altos de Laferrere como de la dependencia de San Alberto, no cumplieron la orden del juez que disponía que los padres de la beba fallecida tenían que estar aislados del resto de los reclusos.
En dialogo con Télam, el abogado sostuvo que a sus defendidos "los entregaron y los hicieron moler a palos", y que "la responsabilidad la tienen quienes los custodiaban".
El abogado también planea accionar contra el personal médico que realizó el primer diagnóstico, que indicaba un presunto abuso sexual, y contra la directora del hospital Balestrini de La Matanza por considerar que el diagnostico emitido allí fue "tendencioso".
"Ensuciaron nuestro nombre por todos lados. Salir a la calle me da miedo. Mi pareja siempre se la rebuscó y no puede salir", expresó Rivero tras el calvario vivido, que sigue latente con la muerte de su hija Alison.
"No pudimos despedir a nuestra hija, no pudimos darle nuestro último beso como padres", expresó la madre.
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