Dura homilía del arzobispo de Buenos Aires por San Cayetano: "Somos custodios de los jubilados, los discapacitados y los cartoneros"
El monseñor Jorge García Cuerva llamó a decir “no” a la “guerra de las palabras y las imágenes” en el templo de Liniers.
El arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, encabezó este jueves la homilía en el acto central en el Santuario San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, y tuvo duras consideraciones a las políticas de ajuste y represión de los gobiernos de Javier Milei y Jorge Macri en la Ciudad.
En ese sentido García Cuerva fue muy claro en su defensa de los jubilados y los discapacitados, blancos del feroz ajuste que impulsa el gobierno libertario así como también de los cartoneros que en los últimos días fueron objeto de la persecución del gobierno porteño.
"Somos custodios y guardianes de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna. Somos custodios de los discapacitados y de todos los enfermos. No podemos desentendernos de los que sufren", advirtió García Cuerva.
Y siguió: "No podemos desentendernos de los que revuelven los tachos de basura buscando algo para comer, que no lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad, como el hijo menor de la parábola que deseaba comer las bellotas que comían los cerdos".
Así hizo alusión al exabrupto de la vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, quien en sus redes sociales celebró que habrá "Hasta $900 mil de multa si te gusta hurgar la basura en la Ciudad. Sí, leíste bien".
Frente a los constantes ataques de los libertarios al disenso, García Cuerva pidió además “diálogo” y advirtió que hay que “sentarnos a una misma mesa para pensar juntos, para generar consensos, para dialogar, para llorar nuestros fracasos sin estar siempre buscando culpables por lo que está mal y hacer fiesta con los pequeños o grandes logros sin querer figurar o obtener reconocimientos personales por los esfuerzos que son de todos".
También revalorizó el trabajo al tiempo que defendió la idea de "justicia social", considerada "una aberración" por Milei. “No hay paz sin justicia y no hay justicia sin paz” y agregó: “Esta vez que podamos recapacitar como ese hijo de la parábola salir del chiquero de las descalificaciones y del odio, ponernos de pie y animarnos a dar el paso hacia la reconciliación entre los argentinos”.
“Solo desde allí podremos gestar una sociedad más humana", sentenció.
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