Las claves de la fiebre amarilla: contagio, síntomas y prevención

Sociedad

El brote en Brasil ya dejó 20 muertos en lo que va del año y alertó a los argentinos que van de vacaciones al vecino país. Todo lo que tenés que saber de la enfermedad.

Ante el brote de fiebre amarilla en Brasil, por el que en lo que va del año ya murieron 20 personas, los porteños que tienen decidido ir de vacaciones al vecino país colapsaron la sede de Sanidad de Fronteras, en La Boca, donde se aplica la vacuna gratis.

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Por la alta demanda del antídoto, el Gobierno de la Ciudad habilitó otros nueve centros de vacunación que comenzaron a funcionar desde este jueves. Así, son 15 los lugares en Buenos Aires donde quienes viajen a Brasil podrán aplicarse la dosis, que hace efecto luego de diez días.

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¿Qué es la fiebre amarilla?

Es una enfermedad producida por un virus que se transmite por la picadura del mosquito aedes aegypti, que previamente picó a una persona enferma y de esa manera se infectó. No todos los aedes aegypti contagian, sólo lo hacen aquellos que previamente picaron a un individuo enfermo. Se llama fiebre amarilla porque a muchos de los que se enferman se les pone la piel de ese color.

¿Cómo se contagia?

El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados. No se contagia a través del contacto personal, objetos ni por la leche materna. Si bien cualquier persona puede contraer la fiebre amarilla, las personas mayores y los chicos corren mayor riesgo.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas iniciales pueden ser similares a los de una gripe e incluir fiebre, dolor de cabeza, vómito y dolores musculares. A medida que la enfermedad avanza, sangran las encías y la orina también contiene sangre. El paciente puede también sufrir ictericia (coloración amarilla de la piel).

¿Cuál es el tratamiento?

No hay un tratamiento específico, sólo se tratan los síntomas. Por eso es importante concurrir a un centro de salud donde se indicarán las medidas adecuadas para cada caso. No hay que automedicarse porque los antifebriles habituales pueden ser muy perjudiciales.

¿Cómo se previene?

Hay que vacunarse. Es seguro, efectivo y se puede hacer a partir del año de vida junto al resto de las vacunas. Para personas mayores de 60 años debe evaluarse la necesidad real según la exposición al área de riesgo. La protección de la vacuna comienza 10 días después de la aplicación.

Hay que evitar picaduras de mosquito usando repelentes, ropas claras y de mangas largas y pantalones largos.

Hay que evitar los espacios al aire libre durante las horas donde hay más mosquitos: desde el atardecer hasta entrada la noche.

Hay que usar repelente en abundancia y renovar la aplicación si se estuvo en contacto con agua o si se transpiró mucho.

Hay que evitar la reproducción de los mosquitos, vaciando todos los envases que acumulan agua.

Los monos también se enferman de fiebre amarilla y a veces son los primeros en presentar síntomas. Si se ven monos muertos o enfermos hay que informar al centro de salud más cercano.

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