"Nunca pensé que podía desmayarme", afirmó el taxista
El hombre que atropelló y mató a la joven Leonela Noble aseguró que desconocía que la ley de tránsito prohíbe conducir a los diabéticos. Reconoció que al sacar la licencia no leyó el formulario.
En la indagatoria que brindó el martes y ante la pregunta puntual del juez Baños respecto a por qué calló que era diabético cuando tramitó su registro, Botta contestó: "En la ignorancia mía nunca leí lo que decía ese formulario. Nos dan esto para que firmemos y nos entregan el registro nuevo. Ni leí, ni miré el formulario que firmaba".
Sin embargo, uno de sus abogados, Julio Golodny, dejó constancia en la indagatoria de una resolución del gobierno porteño de enero de 2011, a partir de la cual la Dirección General de Licencias pueden dar el apto físico a cardíacos, epilépticos, psicóticos y diabéticos que presenten estudios complementarios e informes de especialistas que avalen que están controlados, algo
que, según fuentes judiciales, en el caso de Botta igualmente no sucedió.
El juez Baños insistió con el tema del trámite de licencia y le preguntó a Botta si conociendo la legislación que prohíbe manejar a los diabéticos, hubiera informado su condición de enfermo, y el taxista contestó que sí.
Pero luego, el juez fue más allá y le preguntó si sabiendo que a los insulinodependientes no le otorgan las licencias, igualmente lo hubiera informado, y allí Botta contestó: "Se me iba a complicar, no me la iban a dar".
Baños también le preguntó si alguna vez imaginó que podía descomponerse por un pico de hipoglucemia mientras manejaba y Botta contestó: "Jamás pensé que me iba a desmayar".
"Nunca pensé que me podía pasar. Incluso, yo llevo a mi hija en el auto", dijo el imputado.
Respecto del día del hecho, volvió a declarar, como en su primera indagatoria ante la jueza subrogante Silvia Ramond, que se despertó a las 6, se midió la glucosa, se inyectó la insulina,
desayunó, llevó a su mujer al trabajo, comenzó a trabajar y que al mediodía tomó mate con otros taxistas en la Facultad de Derecho.
Sin embargo, a diferencia de lo que dijo en su primera declaración, cuando se complicó al afirmar que antes del accidente sólo había tomado mate con edulcorante y no había comido nada -los
diabéticos deben alimentarse para contrarrestar el efecto de la insulina-, en esta oportunidad, Botta aclaró que antes de los mates había comido "una manzana".
Ante preguntas de la fiscal María Paula Asaro, Botta reiteró que no recuerda nada desde que circulaba por Libertador y Tagle y quiso dejar en claro que no paró porque no tuvo síntomas "de ningún tipo".
Cuando el juez le preguntó cómo explica que tenía un caramelo en la mano al ser rescatado, contestó: "Yo le comenté esto a la doctora y me dijo que puede ser que haya tenido un sueño, puede ser que me haya bajado de golpe y no me haya dado cuenta. Capaz en mis sueños, pudo haber agarrado el caramelo".
Voceros judiciales indicaron a Télam que entre mañana y el viernes, el juez Baños va a definir la situación procesal de Botta, quien por el momento se encuentra excarcelado e imputado por homicidio culposo y lesiones graves y leves a siete personas.
Además, familiares y amigos de Leonela realizarán el viernes a las 19.30 una marcha en reclamo de Justicia desde avenida Santa Fe y Junín hasta Montevideo, donde se registró el accidente.
El hecho ocurrió el 29 de enero, cuando el taxi Ford Focus conducido por Botta transitaba a gran velocidad por avenida Santa Fe hacia el lado de Palermo, embistió una moto, chocó con un
colectivo de la línea 152 y pasó a circular en contramano por los carriles que van hacia la avenida 9 de Julio.
Luego, el Focus embistió a otro taxi, un Chevrolet Corsa, que cruzaba Santa Fe por Montevideo, y colisionó con un tercer taxi, un Volkswagen Suran.
Leonela Noble (22), quien caminaba hacia un banco a cobrar el cheque del primer aguinaldo que le habían pagado en el consultorio médico donde trabajaba, murió en el lugar, en tanto otras siete personas -dos mujeres y cinco hombres- resultaron heridas.
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