El dramático relato de un comerciante que mató a un ladrón: "Esto es tristísimo"
Rubén Martínez tiene una despensa en Punta Lara y fue víctima de un violento robo en el que terminó abatiendo a un delincuente en defensa propia. "Nunca me creí capaz de matar a alguien", se lamentó.
Todo comenzó cuando cuatro personas llegaron al comercio con la excusa de comprar una garrafa. Fue por eso que Rubén les abrió el portón y los falsos compradores se metieron al comercio que tiene acceso a su casa.
Tal como lo había planeado, la banda maniató a la víctima. Pero ahí radicó su falla, porque usaron una bufanda de lana. "¡Esto se estira! ¿No zafaré?", pensó para sí mismo el hombre, con la cara tapada de sangre.
Fue entonces que se desató y quiso llamar a la policía. "Quería llamar al 911, pero primero agarré una escopeta que tenía debajo de una alacena", dijo Martínez.
Cuando estaba por subir las escaleras para llamar por teléfono, se cruzó con uno de los delincuentes. "Me volví sobre mis pasos, le apunté y le di un escopetazo. Recargué otro cartucho porque vi que se quería levantar del suelo y le tiré de nuevo. Y ahí quedó", resumió.
Ese joven era, según fuentes oficiales, Matías Nicolás Cardozo. "Tenía 24 años, era de Glew y había salido hace poco de la cárcel de Olmos por haber robado", confirmaron esos voceros.
Tras el hecho, los otros ladrones escaparon en la Partner con la que habían llegado al lugar. Después de comprobar que le habían "revuelto todo" y que le provocaron destrozos en su casa, Rubén fue asistido por los agentes que él convocó. Rubén fue asistido en el hospital Cestino.
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