Jorge García Cuerva: "Nadie mete la mano en el tacho de basura porque le gusta"
El arzobispo de Buenos Aires se refirió a la medida del Gobierno porteño de ordenar a los cartoneros que limpien la vía pública si la ensucian.
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, pidió hoy "salir del chiquero de las descalificaciones y del odio” y habló de “reconciliación entre los argentinos” para lograr “una sociedad más humana”. Sin embargo, llamó la atención cuando aprovechó para criticar al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por las últimas medidas tomadas respecto a quienes revuelvan la basura y ensucien la vía pública.
"No podemos desentendernos de los que revuelven los tachos de basura buscando algo para comer, que no lo hacen porque les gusta, lo hacen por necesidad", pronunció García Cuerva este jueves en la homilía por San Cayetano.
Más tarde, amplió que hay frases de “crueldad” que están “metida en los corazones de muchos”. “No solamente pensamos en la dirigencia sino que a a veces tenemos palabras muy descalificadoras de unos hacia otros”, dijo.
“Nadie mete la mano en el tacho de basura porque le gusta. Lo hacen para buscar algo para revender o para comer”, repitió.
Pese a esto, tuvo que admitir: “Es verdad que después queda todo desordenado. Lo padezco en mi propia casa, vivo en el barrio de Flores y frente a mi casa tengo un contenedor”.
El arzobispo fue claro en su postura: “No podemos pensar que estas cosas se hacen por diversión. Al contrario. Son las consecuencias de decisiones equivocadas que se han tomado durante muchísimos años” .
La polémica llegó luego de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires comunicara que a quienes revolvieran la basura de los contenedores y, como consecuencia de esto, ensuciaran la vía pública, se les exigiría que limpiaran el lugar, tal y como lo estipula el Código Contravencional porteño.
A su vez, solamente en caso de que los involucrados se negaran a limpiar las veredas o las calles sucias por la basura, se los iba a sancionar según la normativa vigente: trabajos de utilidad pública o una multa monetaria.
¿Qué establece esa normativa? El artículo 94 del Código Contravencional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es muy claro: “Quien mancha o ensucia por cualquier medio bienes de propiedad pública o privada, es sancionado/a con uno a quince días de trabajos de utilidad pública o 81 a 1217 unidades fijas de multa“.
Teniendo en cuenta que al valor actual la unidad fija es de $731,62, la multa equivaldría a montos de entre $59.260 y $890.544. Fue este último número el que se replicó en los medios de comunicación y causó pavor.
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