Juicio por la muerte de Maradona: la importante decisión que tomaron contra la jueza Julieta Makintach
La Justicia aceptó la admisibilidad de la acusación contra la magistrada, quien permanece suspendida de su cargo. Todos los detalles.
La Justicia decidió que la jueza Julieta Makintach enfrente un juicio político por la filmación del documental clandestino “Justicia Divina”, durante el proceso por la muerte de Diego Maradona. Este martes, la Comisión del Jurado de Enjuiciamiento aceptó la admisibilidad de la acusación contra la magistrada, que podría derivar en su destitución.
Makintach, quien permanece suspendida de manera preventiva, no puede presentar su renuncia y percibe únicamente el 40% de su sueldo; intentó frenar el avance del expediente mediante la presentación de tres recursos, pero todos fueron rechazados.
De los ocho denunciantes, cinco ratificaron sus presentaciones contra Makintach, entre ellos el procurador bonaerense Julio Conte Grand, el Colegio de Abogados de San Isidro, legisladores de la Comisión Bicameral y Julio Coria, excustodio de Maradona y actualmente preso por falso testimonio.
La defensa de Julieta Makintach arrastró a los otros jueces del TOC 3 de San Isidro
La defensa de la jueza Julieta Makintach presentó esta semana un escrito ante el jury que podría separarla de su cargo por permitir la grabación de la primera audiencia del juicio por la muerte de Diego Maradona, y explicó que "no hubo filmación prohibida" sino que los otros dos jueces del caso estaban al tanto de la maniobra.
Julieta Makintach se incorporó al Tribunal Oral en los Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro específicamente para entender en el juicio a los ocho profesionales de la salud que atendieron a Diego Maradona en sus últimos días de vida, en noviembre de 2020.
En su presentación de 28 páginas, citada este jueves por el diario Clarín, la defensa de Makintach, liderada por Darío Saldaño, señaló que "no hubo filmación prohibida, sino que trataba de un hecho conocido por todos los integrantes del Tribunal".
"Las decisiones se adoptaron colegiadamente, de manera conjunta con los Dres. (Verónica) Di Tomasso y (Maximiliano) Savarino, tanto de modo dialogo presencial como vía chat de whatsapp", consta en el documento presentado el miércoles ante el Jurado de Enjuiciamiento De Magistrados y Funcionarios de la provincia De Buenos Aires.
La defensa anticipó que presentará las conversaciones a las que se hace referencia si así lo pide el jury, pero insistió en la idea de que "no existieron tomas audiovisuales ocultas, clandestinas o prohibidas, sino por el contrario, fueron conocidas y, por lo tanto, consentidas y avaladas, por todos los integrantes del tribunal e incluso comunicadas informalmente en el plano institucional".
De hecho, "la presencia notoria y evidente" de una persona con una "cámara de grandes dimensiones" en la sala del TOC 3 de San Isidro fue "conversado en el tribunal y consecuentemente autorizado".
Para el equipo de Saldaño, "no hubo promoción o participación" de Makintach en el documental "Justicia divina", sino que fue idea de una amiga de la infancia, María Lía Vidal Alemán, quien incluso le hizo una entrevista en su despacho en los tribunales de San Isidro, como se vio a través de las cámaras de seguridad del edificio judicial.
Esa entrevista está fechada el 9 de marzo, dos días antes del inicio del juicio por la muerte de Diego Maradona, pero la defensa de Makintach afirmó que la jueza "no ventilaba ninguna cuestión o incidente vinculado al desarrollo del debate".
"No hay posibilidad de considerar la existencia de mal desempeño, abuso de autoridad, malversación de recursos públicos o violación de deberes funcionales. No hay comportamiento alguno de la Dra. Makintach capaz de dar sustento fáctico a esos armados típicos, ni existe prueba objetiva o eventual indicio concreto que permita sostener tales imputaciones", estimaron los abogados de la jueza.
Por ahora, Makintach fue separada de sus funciones de manera preventiva por decisión del jury, pero presentó su renuncia ante el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, que hasta la fecha no la aceptó ni rechazó.
"La distancia entre el hecho imputado (una entrevista previa y tomas conocidas por el tribunal) y la sanción pretendida (destitución) es manifiestamente desproporcionada", sostuvo, sin embargo, la defensa de la magistrada en su presentación.
"Aceptar que un juez pueda ser llevado a jury y eventualmente destituido por percepciones mediáticas -tendenciosamente creadas- equivale a trasladar el gobierno de los jueces desde la Constitución hacia la opinión pública", señalaron.
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