Qué dice la denuncia por abuso sexual contra Gonzalo Montiel

Sociedad

Una mujer lo denunció por violación la semana pasada, y este martes se conoció el texto de la declaración que ya fue ratificada ante la Justicia.

Gonzalo Montiel fue denunciado la semana pasada por una mujer que lo acusó de un abuso sexual ocurrido el 1o de enero de 2019 en su casa familiar en Virrey del Pino, partido de La Matanza. Este marte se filtró el texto de la denunciante, que fue ratificado ante la Justicia.

La mujer denunció "que el día 1° de enero de 2019 a la madrugada estaba festejando año nuevo con unas amigas, las parejas de ellas y otras parejas que eran amigos de ellos, de quien no recuerdo los datos personales en un departamento de Villa Crespo, de una de las chicas."

En ese contexto la joven recibió un mensaje de Whatsapp de Gonzalo Montiel "siendo aproximadamente la 1.30 o 2 de la mañana" en el que el futbolista de la Selección la invitó a su casa "insistentemente porque era su cumpleaños".

"Yo lo conocía a Gonzalo por Instagram. Nos vimos, tuvimos dos encuentros y en uno de ellos tuvimos relaciones sexuales consentidas", agregó la mujer en su presentación judicial.

La amiga de la denunciante se negó a acompañarla y en vez consiguió que el futbolista le escribiera: "Sí, te prometo que la voy a cuidar", dijo Gonzalo Montiel.

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audio de la mujer que acusa a montiel por abuso
abogada victima montiel
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"Ahí me pasa la ubicación, yo no sabía dónde era Virrey del Pino, nunca había ido a La Matanza. Me tomo el Uber y le aviso que estoy yendo. Habrá sido aproximadamente una hora de viaje. Me acuerdo de que el conductor del Uber me dijo: ‘¿Estás segura de que es acá?’. Estaba sorprendido por el lugar, y yo le respondí que sí."

Una vez dentro de la casa familiar de Gonzalo Montiel la denunciante conoció a una mujer que se presentó como "Marisa, la mamá de Gonzi", que meses más tarde sería quien la presionó para que no iniciara acciones legales contra el futbolista.

Eran más de las 3 de la mañana y la denunciante seguía en el patio de los Montiel en una reunión de "aproximadamente 25 personas entre hombres y mujeres", había dejado de lado sus tacos y se había puesto zapatillas, y aceptó al menos dos tragos de alcohol que no tomó enteros porque "no desconfiaba, era una casa, con la familia y aparentemente con los amigos del barrio, no había ningún famoso, conocido, futbolista, era un cumpleaños familiar".

"Me convidaron tragos, probé dos, no me los tomé enteros, porque me ofrecían. No sé lo que me estaban dando; todas las chicas tomaban, no pensé que iba a pasar nada. Otra cosa que recuerdo es tener el celular en el bolsillo trasero del short, y que varias veces las chicas me daban el celular, como si me lo sacaran y después me lo daban. También había llevado para cargar el celular y lo dejé cargando y las chicas me lo traían.

Ahí comencé a sentirme mareada, y pensé que era normal porque como había tomado un poco de alcohol y nunca tomo, supuse que era eso. A los minutos me empiezo a sentir muy mal, me dolía mucho la cabeza, sentía que me iba a desmayar y le mando un mensaje a Gonzalo porque no estaba ahí en la reunión, y le dije ‘ayudame, por favor, me siento mal, llevame a mi casa’. Yo estaba en el baño. Cuando salgo del baño me lo encuentro a Gonzalo y ahí no recuerdo nada más. Es lo último que recuerdo: la imagen de él, como si me hubiese desmayado", relató en su denuncia la mujer.

Después del abuso sexual, el apriete del entorno de Gonzalo Montiel

En el texto de la denuncia ratificada esta semana, al tiempo que el futbolista contrató abogados para su defensa, consta cómo fue la jornada del 1o de enero después de la fiesta de cumpleaños.

"Después me despierto en la entrada de la casa de él, que era una calle de tierra, y había barro, sentada en el piso y veo la camisa blanca toda mojada, y yo también mojada y llena de barro; y tenía la ropa desacomodada, el top torcido. De ahí solo me acuerdo que la hermana de Gonzalo me decía ‘hija de puta, te voy a matar, no te metas con mi hermano, no lo nombres’, intentando pegarme patadas, que eran frenadas por las demás chicas presentes.

Era todo un griterío, yo no entendía nada. Después no recuerdo más nada, solo recuerdo haberme despertado en un auto, que después me dijo la mamá de él que era un Uber. En el auto estaba el conductor, dos chicas de la fiesta en el asiento trasero conmigo a la izquierda mía y una adelante.

Se iban cagando de risa y una de ellas me amenazó, la que iba sentada en el medio me decía ‘no lo nombres a Gonzalo, vos tuviste la culpa', me decían que no había parado de tomar y que era una borracha y que había estado desmayada cinco horas”.

Que preguntada para que diga si puede reconocer o sabe el nombre de alguna de estas chicas, responde que no sabe. De esa fiesta solo conoce a la madre, al padre y a la hermana de Gonzalo.

Que preguntada para que diga quién le dio la dirección de su casa al Uber, refiere que no recuerda, solo se recuerda diciendo XXX (el nombre de la calle)… en un tono lento, y siendo apurada por las chicas.

Que preguntada para que diga si alguien tenía la dirección de su casa, responde que Gonzalo una vez la pasó a buscar por su casa, pero no sabe si fue él el que le dio la dirección al Uber."

"Te violaron, mamita, ponéte óvulos", la palabra de la madre de Gonzalo Montiel

Era más del mediodía cuando la denunciante logró llegar a su casa en la Ciudad de Buenos Aires.

"Me despierto en mi cama, con un pijama, la ropa estaba mojada y tirada en el piso; me voy a bañar, me dolía mucho la cabeza y empiezo a entrar en sí y me dolía la entrepierna y raspones en las rodillas y en el antebrazo. Agarro el celular y tenía un mensaje de Gonzalo que me decía ‘¿estás bien?’, a lo que le respondo Alexis, y me puso ‘estuviste con alguien’. Y yo le contesté que era imposible que haya estado con alguien de esa fiesta, dándole indicios de que no me gustaba nadie de ahí y aparte no me acordaba. Me deja de contestar y cuando le pido explicaciones me llega un mensaje de Whatsapp de una mujer que decía: ‘Soy Marisa, la mamá de Gonzi’.", denunció.

"Yo le pregunté qué pasó y ella me responde textual: ‘Te violaron, mamita, ponete óvulos’. Le mando un audio desesperada diciéndolo cómo que me violaron y que me ponga óvulos. Me fui corriendo al CEMIC Hospital Universitario por mi obra social que queda a seis cuadras de mi casa. Llego llorando porque tenía medo por si me habían contagiado alguna enfermedad y me atienden por guardia.", señaló la joven.

En el centro médico le dieron un cóctel de "entre ocho y 10 pastillas" y la revisaron siguiento el protocolo para casos de supuesto abuso sexual y, según el relato de la joven, la instaron a ir a un hospital público para ser atendida. Además asentaron el episodio no como un posible caso de violación sino como un encuentro sexual con "un amigo o amiga".

"Cuando vuelvo a mi casa y yo seguí hablando con la mamá y con Gonzalo. A Gonzalo le insistí para que me dijera con quién había estado, llegué a decirle ‘decime el nombre y no te molesto más’. La madre de Gonzalo me dijo ‘quedate tranquila, que los amigos de Gonzi lo van a cagar a palo’, haciendo referencia a XXX.", consta en la causa.

"A partir de ahí con Gonzalo no hablé más y seguía hablando con la madre, por consejo de mi amiga. Le dije a Marisa que iba a denunciar, pero que no lo iba a nombrar a Gonzalo. La madre me dijo que la agregue a Instagram para vigilar lo que subía y a los pocos días la terminé bloqueando. Ahí empecé mi infierno, yo de la violación no me acuerdo, pero esto es lo que siguió."

"Lo que siguió" fue un calvario que llevó a la víctima a un estado de depresión que le hizo necesitar tratamiento psiquiátrico y le impidió radicar la denuncia antes a pesar de que tenía la necesidad de hacerlo.

Eventualmente, y acompañada por una amiga, la denunciante volvió a la casa de Virrey del Pino donde fue víctima de un abuso sexual que quedó probado con creces no sólo en su historia clínica sino en los chats hasta con la madre de Gonzalo Montiel.

"Averigüé y decidí ir hasta el lugar donde había sido violada. Fuimos hasta la comisaría de Virrey del Pino. La madre de Gonzalo sabía que ese día iba a hacer la denuncia; y como me había olvidado el cargador del celular ella me decía ‘cuando vengas, pasá por casa y tomamos unos mates’. Yo le decía ‘que venga Gonzalo a casa a traerme el cargador’, y pensaba que estando los dos solos en casa él podía llegar a entenderme. Él nunca me volvió a escribir."

Aprietes para detener la denuncia por abuso sexual

"Fui con el auto de mi amiga a la comisaría y ella me dice ‘¿estás segura?’, y yo le dije que no, pero igual le dije que ya estamos acá. Yo entro en la comisaría y mi amiga se queda en el auto. Cuando entro, había varias personas esperando. Me acerco y, en voz baja, le digo a una oficial que vengo a denunciar una violación. Cuando me hicieron pasar, eran dos oficiales femeninos, y cuando yo empecé a relatar lo sucedido y lo nombré a Gonzalo Montiel, ellas salían de la oficina y volvían a entrar y eso me ponía muy incómoda. M i amiga me manda un mensaje diciendo que afuera había movimientos raros, que había dos autos que estacionaron y no bajaba nadie y yo le puse ‘Ya salgo’.

Firmé la denuncia, salí y entré al auto. Nos siguieron dos autos por 10 cuadras, aproximadamente, y después los perdimos. Después, con el correr de los días, empecé a recibir llamados de número oculto y una voz masculina muy correcta me decía: ‘Olvidate de Gonzalo Montiel, borrá su nombre de tu cabeza’. Me llamaban y me decían: ‘Te queda muy linda esa camisa’, o ‘tenés el pelo más rubio’. Me estaban siguiendo. Me repetían: ‘Te vamos a pegar dos tiros en la cabeza’. Tuve pesadillas con eso.

En una oportunidad estaba XXX conmigo y escuchó las amenazas en la cual me decían: ‘Te vamos a matar aunque estés acompañada’. Todo esto era al número XXX. También, una de las últimas amenazas fue: ‘Desahacete del chip y del teléfono’, y yo cuando llamaba a mi hermana se escuchaba un ruido, parecía que estaba pinchado; entonces decidí cambiar el aparato celular y el número de teléfono, y el otro chip lo tiré. Ese número era de Claro y después cambié a Personal. Recibí amenazas hasta el día 19/4/2019, que fue cuando cambié el número.

En la comisaría me habían dicho que me presente en la fiscalía, pero yo lo consulté con mi hermana y mi psicóloga, pero por las amenazas que estaba recibiendo, por temor, no me presenté. Yo estuve seis meses en tratamiento con el infectólogo, con temor por si tenía alguna enfermedad. Que después, mi ginecóloga de confianza, la Dra. Cinthya Menéndez, me detecta HPV."

La salud de la víctima tras el abuso sexual

En la causa consta "que preguntado a instancias de la defensa para que diga si previo a la detección del HPV tuvo relaciones sexuales con otra persona, responde que no, después de la violación estuve casi un año sin tener relaciones sexuales.

Que actualmente continúa haciendo tratamiento psicológico y psiquiátrico y relevo del secreto profesional a ambos profesionales como a solicitar historia clínica y tambien estoy dispuesta a participar de cualquier pericia que se disponga.

Que a principios de abril de 2019 le mandé un mensaje a Gonzalo diciéndole: ‘Te perdono por no haberme acompañado’, y él me respondió cortante, como que no le interesaba, y esa fue la última vez que hablé con él.

Que preguntado para que diga si actualmente puede recordar lo que le hicieron o quién se lo hizo, responde que no. Que expectativas tiene sobre este proceso, que se averigüe la verdad y que los autores cumplan con la pena que corresponde."

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