Villa La Angostura: ante la falta de viviendas para alquilar, familias duermen en el hospital

Sociedad

El nuevo fenómeno de familias sin vivienda se repite en otras localidades como San Martín de los Andes, donde todos los alojamientos se destinan a la demanda turística, con pocos alquileres para vivienda permanente y a precios inaccesibles.

En las paradisíacas Villa La Angostura y San Martín de los Andes, pero también en otras localidades neuquinas como Villa Pehuenia, las familias que carecen de vivienda propia sufren un calvario cotidiano: la búsqueda de una casa o departamento para alquilar.

El boom turístico pospandemia, sumado a la enorme cantidad de personas que decidieron abandonar las grandes ciudades para instalarse en localidades más pequeñas y de una belleza incomparable, trajeron aparejado un fenómeno inesperado: se desplomó la oferta de alquileres permanentes.

En los principales destinos del sur del Neuquén, receptores en general de turistas de medio a alto poder adquisitivo, casas, cabañas y departamentos que antes de destinaban a la habitación permanente se reconvirtieron a turísticos, ya que “rinden más”, según argumentan, con menores riesgos. Incluso manteniéndose fuera de las normativas vigentes para el sector.

Por otro lado, es común ver que terrenos céntricos donde se levantaban viviendas familiares sean adquiridos por “emprendedores inmobiliarios” que derriban las casas y construyen múltiples unidades habitacionales destinadas al turismo.

La escasez de oferta para vivienda permanente y la imposibilidad de adquirir una vivienda o siquiera un lote donde construirla, han causado que los precios de los pocos alquileres que quedan se dispararan. Por ejemplo, un departamento de un ambiente en San Martín de los Andes cotiza alrededor de $100 mil mensuales.

Pero, al mismo tiempo, al crecer la población y la oferta de servicios turísticos crece la necesidad de trabajadores, desde médicos e ingenieros hasta albañiles y personal de limpieza, que llegan a La Angostura o San Martín con trabajo pero sin lugar donde alojarse con sus familias.

Tampoco hay, a corto plazo, planes de viviendas populares que satisfagan una demanda creciente, teniendo en cuenta que la población en las mencionadas localidades ha aumentado geométricamente en los últimos años, y continúa haciéndolo con rapidez.

De manera que ahora se observa un fenómeno nuevo en la región: personas y familias que no encuentran lugar para alquilar o fueron expulsados debido al fuerte aumento de los precios, duermen en la guardia del hospital de Villa La Angostura, bajo el techo de algunas iglesias y templos o directamente instalan su carpa en un camping.

Federico Prior, referente de la Federación de Inquilinos de Neuquén, denunció a la prensa que, en el caso de conseguir alquiler, se realizan contratos por tres meses con aumentos por el mismo plazo, con lo cual los propietarios violan la Ley de Alquileres, que establece plazos mínimos de tres años con ajustes anuales, para este tipo de contratos.

Hasta desde la Asociación Hotelera y Gastronómica de San Martín de los Andes (AHGSMA) vienen manifestando su preocupación al respecto, apuntando contra las propiedades y los establecimientos turísticos no registrados debidamente.

"Pedimos que el Municipio aplique los controles y sanciones", manifestó recientemente a medios locales el titular de esa entidad, Agustín Roca, para quien ello supondría sacar de la oferta turística a los “alojamientos informales”, que volverían a ofertarse como permanentes, aliviando en cierto modo la compleja situación.

Lo cierto es que, sin solución a la vista, y aun con inviernos cargados de nieve y temperaturas bajo cero, estas localidades podrían presentar en el corto plazo escenas generalizadas (que por ahora se ven molecularmente, con el drama que ello significa) nunca antes vistas: personas y familias enteras en situación de calle

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