Después del divorcio hay menos posibilidades de volver a casarse

Tecno


  • De acuerdo con un nuevo estudio, las chances de volver a casarse o juntarse disminuyen notablemente después de un divorcio o separación.
  • El efecto de las experiencias previas es más pronunciado en las mujeres que en los hombres.

Una célebre frase señala que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. Es muy difícil discutir esa sabiduría popular y, seguramente, todos encontraremos algún ejemplo en nuestras vidas que avale el refrán. Pero, según parece, hay algunas excepciones e implican la reincidencia o no en el matrimonio o en una nueva relación de pareja.

De acuerdo a un nuevo estudio, después de una separación o divorcio las posibilidades de casarse o cohabitar nuevamente son mínimas. Esto ocurre especialmente cuando se tienen hijos de un matrimonio o relación anterior. La posible explicación podría estar relacionada con la conducta cautelosa que adopta la gente después de un divorcio.

El hallazgo surgió de un estudio retrospectivo sobre divorcios en Holanda que llevó a cabo la Anne-Rigt Poortman, del Departamento de Sociología de la Universidad de Utrecht. El análisis de los datos indicó que el primer corte o ruptura de una pareja es el más profundo y, a partir de ahí, las probabilidades de una nueva unión se reducen sustancialmente. 

Es más, “el impacto de las experiencias de la primera unión sobre las relaciones posteriores, por lo general es más fuerte en las mujeres que en los hombres”, concluye la socióloga en su trabajo publicado en la revista European Sociological Review.
 
La condena del pasado

El estudio reveló claramente que las chances de una nueva relación son particularmente pequeñas si las personas ya han estado casadas o tienen chicos de una relación previa. Si bien eso no impide que las personas busquen una nueva pareja, de alguna forma el pasado condiciona las nuevas relaciones.

Dicha incidencia demostró que los separados o divorciados se inclinan por el tipo de relaciones menos comprometidas y, a la hora de elegir, prefieren mantener una relación sin convivencia o cohabitar sin volver a casarse.

Los divorciados en particular, son los que menos se deciden por una nueva relación que implique convivencia. En cambio, aquellas personas que en el pasado han convivido con alguien pero sin casarse, todavía están dispuestos a repetir la experiencia.



Aún cuando lo más frecuente es que los divorciados terminen relacionándose con una pareja en las mismas condiciones, Poortman descubrió que los hombres tienden a vincularse con mujeres “sin pasado” cuando deciden volver a cruzar la frontera.

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