Logró que condenaran a un catequista violador después de 22 años

Sociedad

Fernando Picciochi se había fugado y se encontraba en EE.UU. Recibió doce años de prisión por delitos de corrupción de menores agravada, reiterada y calificada.

La Justicia condenó este martes a doce años de prisión a un docente religioso católico que abusó sexualmente de dos estudiantes del nivel primario que concurrían al Colegio Marianista, en el barrio porteño de Caballito.

El Tribunal Oral en lo Criminal número 8, presidido por Rodolfo Madariaga e integrado por los jueces Alejandro Sañudo y Ricardo Basílico, consideró culpable a Fernando Picciochi de los delitos de "corrupción de menores agravada, reiterada y calificada" en perjuicio de dos víctimas que concurrían al establecimiento educativo.

Los magistrados sentenciaron que el imputado cometió nueve hechos de abuso contra Sebastián Cuattromo, que recién una década después del ataque sufrido decidió denunciar el hecho.

Los jueces, además, indicaron que Picciochi agredió sexualmente a otro estudiante, cuya identidad fue mantenida en reserva durante el proceso judicial por su propio pedido.

El fiscal Andrés Madrea había solicitado en su alegato que el acusado fuera condenado a 13 años de cárcel, en tanto que los abogados defensores de Cuattromo, en representación de la querella, habían pedido 12 años de prisión.

Los fundamentos del fallo se conocerán el martes próximo, decidieron los jueces que integraron el tribunal. Los casos de abusos juzgados ocurrieron hace más de 22 años, cuando Cuattromo y la otra víctima terminaban de cursar la escuela primaria en el Colegio Marianista.

Picciochi estuvo prófugo durante diez años: luego de confirmarse su procesamiento en la etapa de instrucción del caso, en 2000, se declaró en rebeldía en la causa hasta que fue extraditado en 2010 desde Estados Unidos.

Cuattromo había considerado que el dictamen de los jueces "puede significar un buen aporte simbólico para los sentidos de contribución colectiva de esta historia, que también contemplan el indispensable mensaje de visibilización pública de esta delicada y compleja cuestión".

"Se trata de un llamado político hacia las víctimas a tratar de no quedar sometidas en el puro padecimiento, mediante la asunción de un rol activo, y de compromiso con la lucha contra la impunidad de este grave delito contra la integridad sexual, en sus múltiples dimensiones jurídicas, sociales, políticas y culturales, con una clara perspectiva de profundización democrática", señaló.

Cuattromo, en tanto, recordó que en los "años de lucha" que vivió luego del abuso logró que el Colegio Marianista "tuviese que asumir su responsabilidad civil por lo sucedido" frente a una "pretensión de silenciamiento por parte de la institución religiosa".

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