Con Jaime, Schiavi y los Cirigliano en el banquillo, comenzó el juicio por la tragedia de Once

Sociedad

Con la presencia de todos los acusados, la fiscalía y las querellas que representan a familiares de las vìctimas que no aceptaron el acuerdo económico con TBA, comenzó el juicio oral por la tragedia ferroviaria de Once ocurrida el 22 de febrero de 2012 y dejó un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos.

Solo un escrache al ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi alteró el ingreso de los imputados al edificio de los Tribunales de Comodoro Py 2002, que fue tranquilo y sin incidentes. Ricardo Jaime, el otro ex secretario de Transporte acusado, optó por ingresar por una puerta lateral para evitar a los familiares de las víctimas y los flashes.

El debate oral dirigido por el  Tribunal Oral Criminal Federal  (TOF) 2 comenzó con la lectura de la resolución en la que se aceptó el desistimiento de algunos familiares de las víctimas del accidente de ser querellantes e impulsar el juicio, luego del arreglo económico al que llegaron con la empresa TBA que manejaba el Sarmiento cuando ocurrió la tragedia.

El presidente del Tribunal Jorge Tassara nombró a cada uno de los acusados, entre ellos los ex funcionarios Jaime y  Schiavi, quienes se sentaron juntos en una de las filas ocupadas por los 29 acusados.

En la misma fila de la sala de audiencias, pero en la punta se ubicó  el dueño de TBA, otro de los principales acusados Claudio Cirigliano, y otros directivos de la empresa.

Unas filas adelante, se encontraba junto a su abogada Valeria Corbacho, el maquinista de la formación siniestrada Marcos Córdoba, arreglado con una camisa blanca, mucho más delgado que cuando comenzó la investigación y quien pasó desapercibido para muchos de los que presenciaron el juicio.

El debate comenzó casi once y media de la mañana, con la presentación de los acusados y sus defensores, la fiscalía encabezada por Fernando Arrigo y las querellas que quedaron: un grupo liderado por le letrado Gregorio Dalbón, otro por la familia del joven Lucas Menghini Rey y una tercera con algunos familiares representados por el abogado Javier Moral.

Luego se dio lectura a los requerimientos de elevación al juicio que en su momento hizo el fiscal investigador Federico Delgado, y la elevación del juez instructor Claudio Bonadío, con las imputaciones concretas hacia cada uno de los acusados.

Se escucharon las acusaciones graves del fiscal Delgado que  había calificado a Jaime y Schiavi de "cómplices" de la tragedia. Para el fiscal, los funcionarios fueron "cómplices "necesarios" de la "administración fraudulenta de los fondos públicos y esa misma inactividad formó parte de los actos concatenados que culminaron con el estrago agravado del 22 de febrero", se leyó hoy.

El Tribunal debe determinar si hubo responsabilidad de los ex funcionarios de la Secretaría de Transporte imputados, de más de 20 empresarios y ejecutivos de Trenes de Buenos Aires (TBA) que manejaba el Ferrocarril Sarmiento y del maquinista Marcos Córdoba.

Está previsto que declaren unos 300 testigos a lo largo del debate oral, que podrían ser menos debido a que muchos de ellos estaban propuestos por las querellas que desistieron.

En la lista de acusados están los ex funcionarios que estuvieron a cargo del área de Transporte del gobierno nacional desde 2003 y responsables de los controles sobre las empresas, los ex secretarios de Transporte Jaime y  Schiavi; el ex titular de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte Eduardo Sícaro; Antonio Guillermo Luna, subsecretario de Transporte Ferroviario, y Pedro Ochoa Romero, ex interventor de la CNRT.

Entre los empresarios son juzgados Sergio Claudio y Mario Cirigliano, responsables de TBA, el presidente Carlo Michele Ferrari, su apoderado Carlos Alberto Lluch, además de los ejecutivos de las empresas controlantes y controladas por el grupo.

Los funcionarios y los empresarios son juzgados por el delito de estrago culposo y administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y el maquinista solo por el estrago, por la conducción supuestamente negligente de la formación.

En el juicio se debatirá especialmente si los frenos del tren funcionaban correctamente, por lo que será relevante y esperada la declaración de los distintos peritos que trabajaron en el caso. Días atrás se filtró el resultado de un informe pericial que confirma que el sistema de frenado estaba en buenas condiciones.

Si bien es materia de otra investigación en curso, en el juicio se debatirá sobre el destino de los subsidios, ya que estudios de la Auditoría General de la Nación (AGN) y de la CNRT determinaron que los trenes no estaban en buen estado y que no se aplicaron los subsidios recibidos a su mantenimiento.

En este juicio se analizará si los subsidios llegaron a este tren siniestrado y si los fondos se usaron para mantenerlo.

También será muy importante el debate en torno a la responsabilidad del  maquinista, quien en un principio había sido sobreseído, pero luego la Cámara Federal no dio crédito a su versión de los hechos, y entendió que ingresó al andén a una velocidad superior a la permitida y frenó tarde, por lo cual lo procesó por "estrago culposo".

Hasta ahora, para la Justicia, el choque del tren en la mañana del 22 de febrero de 2012 fue producto de una concatenación de hechos que derivaron en lo ocurrido ese día donde hubo "una negligencia en la conducción y el estado del tren siniestrado que tornaron lo evitable, en un suceso de enorme magnitud".

Vanesa Petrillo

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