Construirán viviendas donde hay un refugio de perros y los voluntarios se niegan a abandonarlo

Un conflicto territorial se desató entre los municipios de Morón, Tres de Febrero y el refugio Palomar por un proyecto de Procrear en un predio fiscal. Allí funciona un refugio hace 30 años que deberá mudarse, pero los responsables se resisten.

Un proyecto de construcción de 490 a 500 viviendas del Procrear en el sur de la base aérea de Morón generó la preocupación y resistencia de las voluntarias del refugio Palomar, que alberga a 160 perros. Sucede que esas casas ocuparán 7,10 hectáreas de las cuales 1,3 están destinadas a este centro de animales. Y las responsables del lugar se niegan a irse.

El conflicto es territorial pero tiene tintes políticos, ya que el refugio no funciona de modo independiente. Con la última firma en 2017, la organización tiene un convenio con el ex Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro y su par de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Ese pacto autoriza el funcionamiento del sitio para recibir perros de zoonosis de Tres de Febrero. Y las hectáreas, además, pertenecen a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).

foto refugio

Resistencia a irse

"No queremos irnos, hay 30 años de esfuerzo de miles de personas y 1,3 hectáreas construidas. Que se rediseñe el proyecto. La Base Aérea de Palomar tiene 540 hectáreas y nosotras ocupamos hace 30 años sólo 1,3 hectáreas. Los caniles, con agua en cada uno de ellos, tendido eléctrico y veterinaria se hizo con aportes de la gente y ahora estamos en obra. Pero vino el intendente de Morón Lucas Ghi y pidió que las frenemos. Quieren destruir años de sacrificio, amor y dedicación", manifestó Margarita Otero, una de los 70 voluntarios del refugio, en diálogo con minutouno.com.

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El Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro y su par de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, en la firma del convenio que autoriza el funcionamiento del Refugio canino Palomar, en 2017.

El Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro y su par de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, en la firma del convenio que autoriza el funcionamiento del Refugio canino Palomar, en 2017.

El miércoles pasado, Ghi visitó el lugar junto al escribano Luciano Scatolini, Secretario de Desarrollo Territorial del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación. Según Otero, Scatolini aseguró que el proyecto ya estaba diseñado y aprobado, y que podían pasar ya las topadoras para derribar todo. La frase generó indignación y un repudio generalizado en las redes sociales.

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Conflicto de intereses

Ante la consulta de este portal, desde la intendencia de Morón aseguraron que están trabajando en una solución conjunta entre el AABE, el refugio y Valenzuela.

"Ante la demanda de viviendas, que el año pasado estalló con el tema de las tomas, el Procrear está trabajando en la generación de nuevos complejos habitacionales y Nación nos cedió este predio. Ante las dos necesidades de construir viviendas, que es un derecho básico, y cuidar la situación de que estos animales sigan teniendo refugio, Ghi habló con Procrear, con Valenzuela y los responsables de AABE para obtener en conjunto un nuevo espacio", respondió Fernando Torrillate, secretario de Comunicación de Morón.

La solución, sin embargo, no tiene que ver sólo con encontrar un nuevo territorio sino también con volver a construir los caniles, la red de agua, el tendido eléctrico, baños, cocina, termotanques, seguridad, veredas y otras instalaciones que demandan un desembolso de dinero. En ese caso, afirmaron desde Morón, el Estado aportará los fondos.

"Si se van a construir 500 viviendas, el Estado, como siempre, se hace cargo de encontrar una solución a estos problemas y ese tipo de cosas", confió Torrillate, quien enfatizó que el intendente de Tres de Febrero no puede desentenderse ya que su jurisdicción ha mandado los perros de zoonosis. "Nadie va dar un paso al costado y cruzarse de brazos", confió.

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Por último, ante la consulta sobre si el proyecto de viviendas se había realizado sin contemplar el refugio, Torrillate concluyó: "Imaginate que sí, esas cosas se contemplan siempre. Uno ve qué es lo mejor para la comunidad sabiendo que eso siempre afecta a alguien. No se puede hacer un movimiento sin que eso afecte. Siempre hay sectores que salen enojados, pero la idea es que salgan lo menos enojados posibles porque les das una solución. ¿Y esto se hace a costa de que los perritos queden en la calle y muertos de hambre? No. Eso indudablemente, no".

La construcción está prevista para este año, aunque aún no hay una fecha de inicio. Desde el refugio Palomar se están asesorando legalmente para, en caso de ser necesario, iniciar un recurso de amparo u otra medida que logre frenar el desalojo.

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