El gesto de Davoo Xeneize en vivo en su streaming tras la batalla campal en Avellaneda

Deportes

El streamer, conmovido por las imágenes de violencia en Independiente vs. U de Chile, decidió cortar su transmisión y expresó su repudio a lo sucedido.

La violencia que sacudió el estadio de Independiente en el partido frente a la Universidad de Chile, en el marco de los octavos de final de vuelta de la Copa Sudamericana 2025, no solo generó repercusión en el ámbito deportivo y político, sino que también impactó de lleno en el mundo del streaming.

Davoo Xeneize, uno de los creadores de contenido más populares vinculados al fútbol argentino e hincha de Boca, sorprendió a su audiencia al interrumpir de manera abrupta una de sus transmisiones en vivo en señal de repudio a lo ocurrido en Avellaneda. Con evidente angustia, el streamer le explicó a sus seguidores que no podía continuar con un programa en clave de humor y entretenimiento mientras se conocían las impactantes imágenes de los disturbios.

“No voy a seguir con el stream, siento que no corresponde. Duele mucho lo que pasó. Yo no puedo seguir haciendo chistes y esperando que la gente se ría después de lo que vimos. Les pido disculpas y espero que me entiendan. Cuando está en juego la vida de las personas lo que menos importa es el partido o el programa”, manifestó, con la voz quebrada.

Davoo Xeneize

La decisión de Davoo tuvo una fuerte repercusión en redes sociales y abrió un debate sobre los límites entre el entretenimiento digital y la responsabilidad social frente a hechos de violencia. Su gesto fue valorado por muchos usuarios, quienes entendieron la gravedad del momento y acompañaron su decisión de dar por terminada la transmisión.

El impacto también alcanzó a otros referentes del streaming y del periodismo digital: Martín “Coscu” Disalvo expresó en su cuenta de X que lo sucedido era “escalofriante e imposible de creer”, mientras que el español MisterChip calificó las escenas como “uno de los episodios más tristes en la historia del fútbol sudamericano”.

La indignación fue unánime: desde ladrillos arrojados, peleas cuerpo a cuerpo, hinchas desnudos humillados hasta gente que saltaba al vacío para salvarse de la golpiza, las imágenes reflejaron una verdadera pesadilla. La noche de Avellaneda no solo suspendió un partido: también generó un quiebre en cómo distintos ámbitos sociales reaccionan frente a la barbarie.

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