Los dirigentes de Independiente viajaron a Paraguay tras los incidentes para "defender los intereses" del club
Después de los incidentes ocurridos el miércoles por la noche, parte de la directiva del Rojo voló este mediodía mientras se definen las sanciones.
Luego de la noche de violencia que obligó a suspender el partido entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, parte de la dirigencia del Rojo viajó a Paraguay para reunirse con autoridades de la Conmebol y seguir de cerca las sanciones que impondrá el organismo.
Néstor Grindetti (presidente), Carlos Montaña (vicepresidente), Daniel Seoane (secretario general) y el abogado Maximiliano Walker partieron a las 12.30 hacia Luque, donde funciona la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol, con el objetivo de “defender los intereses del club”, según manifestó el máximo mandatario en diálogo con TyC Sports: “Vamos a estar defendiendo los intereses de Independiente, porque no ha tenido nada que ver acá”, sostuvo en referencia a los incidentes que dejaron al menos diez heridos según fuentes locales y hasta 19 según la U de Chile.
La barbarie desatada en el Libertadores de América, con hinchas locales ingresando al sector visitante para agredir a los pocos fanáticos chilenos que permanecían en el estadio, dejó imágenes que rápidamente recorrieron el continente y que ahora ponen al club de Avellaneda bajo la lupa de la Conmebol. Aunque no hay definiciones oficiales, todo apunta a que el partido no se reanudará y que la serie de octavos se resolverá en los escritorios. Las sanciones podrían incluir desde la descalificación de ambos equipos hasta la imposibilidad de disputar torneos internacionales en el corto plazo, además de fuertes multas económicas.
El recuerdo inmediato remite a lo sucedido en 2015, cuando Boca fue descalificado de la Copa Libertadores luego de que un hincha arrojara gas pimienta a los jugadores de River durante el Superclásico. En aquella oportunidad, la Conmebol dio por ganada la serie al equipo de Núñez, impuso una multa de 200 mil dólares al Xeneize y le ordenó disputar dos partidos internacionales a puertas cerradas.
En esta ocasión, sin embargo, la situación presenta una diferencia clave: ambas parcialidades estuvieron involucradas en los disturbios, lo que podría derivar en un castigo más severo. Mientras tanto, la expectativa está puesta en la resolución del Tribunal de Disciplina, que deberá definir no solo el futuro de Independiente y la U de Chile en la Sudamericana —donde Alianza Lima espera rival en cuartos—, sino también el alcance de las sanciones que marcarán un precedente para la región.
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