El argentino que es uno de los mayores goleadores internacionales pero ya nadie lo reconoce
Con 461 goles, es el tercer argentino más goleador de la historia. Además, es ídolo en Mónaco, donde salió campeón en la Liga del 78 y la Copa de Francia de 1980.
Marcó un centenar de goles en Europa, pero pasa desapercibido.
Nació en Capital Federal y sus primeros pasos fueron en el fútbol argentino, cuando vistió la camiseta de Almagro. Brilló en el Viejo Continente, donde conquistó los corazones de los hinchas del Mónaco. Delio Onnis, el tercer argentino más goleador de la historia, vive tranquilo y lejos de las cámaras y los flashes, que alguna vez supieron deslumbrarlo.
Con 461 goles en toda su carrera, el ítalo-argentino solo es superado por Lionel Messi (821) y Alfredo Di Stefano (512). Esta estadística deja en claro la capacidad goleadora de Onnis, que se encuentra por encima de Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero, entro otros futbolistas.
Fue tal su repertorio en Europa, más precisamente en Francia, que no puede caminar por las calles de Mónaco. Allí, se coronó campeón de la Liga de 1978 y la Copa de Francia de 1980. Además, anotó 223 goles en 280 partidos.
Goleó, gustó y ganó: de quién se trata
Su camino en el fútbol comenzó de casualidad, casi sin buscarlo. Una tarde, un vecino lo llevó a ver el entrenamiento de Almagro. Ese día estaban haciendo fútbol y justo faltaba un jugador. Onnis fue invitado y deslumbró al entrenador, que, de inmediato, lo invitó a seguir entrenando con el equipo.
En el Tricolor disputó 44 partidos y metió 24 goles. Su olfato goleador ya comenzaba a jugar un rol predominante en la carrera del ítalo-argentino. Luego, continúo su camino en Gimnasia de La Plata, donde jugó 99 encuentros y anotó 58 tantos. Su éxodo a Europa era inevitable.
Su desempeño en el Viejo Continente le permitió adjudicarse de la Bota de Oro y el título al máximo goleador histórico de la Ligue 1 con 299 goles. Además, fue el pichichi de la liga francesa en cinco oportunidades.
Entre Argentina y Francia
Desde que se fue a Europa, con tan solo 21 años, su vida estuvo dividida entre Argentina y Francia. En el primero nació y dio sus primeros pasos, pero el segundo lo adoptó y le permitió brillar y formar su familia, que actualmente vive allá.
Su gran performance en Gimnasia le permitió desembarcar en el Stade de Reims. Allí disputó 75 partidos y se hizo presente en la red en 45 oportunidades. Su nivel en el elenco de Reims fue la llave de entrada para el Mónaco.
El paso de los años no altera el inoxidable romance entre los franceses y el ítalo-argentino, que vivieron una intensa relación. Onnis sigue siendo una de las figuras más influyentes del fútbol francés, donde dejó una huella imborrable.
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