Luis Rubiales volvió a responsabilizar a Jenni Hermoso por el beso: "Cambió su versión"
El expresidente de la Federación Española de Fútbol insistió en que no pedirá disculpas y defendió su accionar tras ser condenado por agresión sexual.
Luis Rubiales, exmandatario de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), reapareció públicamente y volvió a desatar la polémica al responsabilizar a Jenni Hermoso por haber, según él, cambiado su relato sobre el beso que le dio durante la premiación del Mundial femenino 2023. En declaraciones al programa El Chiringuito, el dirigente aseguró que no pedirá perdón y que presentó un recurso ante el Tribunal Supremo para apelar la sentencia que lo condenó por agresión sexual.
“Como presidente debía haber sido más institucional, pero no pido perdón porque Jenni me dijo que estaba de acuerdo. Lo que dice la sentencia no es verdad. No voy a modificar mi versión, ella sí lo hizo”, sostuvo Rubiales, quien fue inhabilitado por la FIFA durante tres años y sancionado con una multa económica.
El exdirigente reiteró que el beso fue “de emoción” y “sin intención sexual”, afirmando que entre ambos existía una buena relación. Además, señaló que presentará su libro Matar a Rubiales, donde relata su versión de los hechos y denuncia lo que considera una “campaña mediática” en su contra.
Rubiales también apuntó contra el Gobierno español y los medios, a los que acusó de haber utilizado el caso con fines políticos. “Hubo un movimiento inmediato de la extrema izquierda. Pedro Sánchez necesitaba apoyo para su investidura y encontró en esto una cortina de humo”, declaró, en alusión al contexto político posterior al Mundial.
Condenado a pagar 10.800 euros, Rubiales aseguró que su prioridad ahora es “limpiar su nombre”. “Estoy pensando en recuperar mi honor. Es muy duro recibir acusaciones falsas”, expresó.
El caso se originó tras la final del Mundial femenino en Sídney, cuando Rubiales besó en la boca a Hermoso durante la ceremonia de premiación, lo que generó una ola de repudio internacional y derivó en su suspensión y posterior renuncia. La Justicia española determinó que el acto constituyó una agresión sexual, al no existir consentimiento.
Hermoso, por su parte, ha mantenido su postura desde el principio: aseguró que el beso no fue consentido y que se sintió víctima de una acción no deseada. La sentencia marcó un precedente histórico en el deporte, reforzando la importancia del consentimiento y del respeto hacia las mujeres en todos los ámbitos.
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