Mendoza: un árbitro fue internado tras brutal ataque de futbolistas
Una decisión arbitral desencadenó una batalla campal en la final entre Fernández Álvarez y Sarmiento, dejando a un juez con politraumatismos.
Un grave episodio de violencia sacudió la Liga Mendocina de Fútbol durante la final disputada el último fin de semana en la cancha de Unión Escorihuela, en Tunuyán, donde la terna arbitral fue atacada por un grupo de jugadores, dejando a uno de los árbitros internado con politraumatismos.
Según informaron los medios locales, a poco más de 20 minutos para el cierre del partido entre Fernández Álvarez y Sarmiento, cuando el marcador estaba 3 a 0 a favor del primero, una decisión arbitral derivó en una batalla campal que terminó con golpes de puño y patadas sobre los árbitros Cristian Arrieta, Manuel Beltrán y Enrique Arrieta.
Este último fue quien sufrió las peores consecuencias: “Enrique Arrieta sufrió golpes de puño y patadas que le provocaron politraumatismos, por lo que fue trasladado al Hospital Scaravelli para recibir atención médica”, indicaron las fuentes.
La tensión no solo alcanzó a los árbitros, sino también al presidente de la Liga de Fútbol de Tunuyán, Alberto Estrella, quien presenciaba el partido acompañado por su familia y debió refugiarse en una vivienda cercana tras un intento de agresión por parte de los futbolistas del club Sarmiento.
En diálogo con el medio local Cuco Digital, Estrella aseguró con preocupación que “el ataque fue directamente iniciado por los jugadores de Sarmiento, atacaron a los tres árbitros, fue una pena que la final de nuestro fútbol termine así”. Además, expresó la gravedad de la situación para el deporte local y afirmó que la violencia es un problema que preocupa: “Deportivamente hablando, esto ya está en manos del Tribunal de Penas y esperemos que cuando tome la decisión, sea ejemplar, esperamos sanciones severas y justas”.
Este no es un hecho aislado en Mendoza. La violencia en el fútbol local ha mostrado episodios preocupantes en los últimos meses. En junio de este año, un partido organizado por la misma Liga Mendocina de Fútbol se salió de control, cuando un enfrentamiento entre jugadores de CEC y Palmira derivó en una batalla campal que comenzó dentro del campo de juego y continuó en las inmediaciones de la cancha ubicada en Guaymallén.
El saldo de aquel enfrentamiento fue un jugador herido y una sanción dura por parte de la entidad organizadora, un antecedente que muestra que la violencia deportiva no cesa y que las autoridades tendrán que actuar con mano firme para preservar la integridad de todos los actores.
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