Luis Caputo defendió el esquema cambiario de bandas y descartó liberar el dólar
El ministro de Economía aseguró que Argentina aún no está en condiciones de adoptar una flotación libre y explicó por qué el sistema seguirá vigente.
Caputo además señaló que Argentina puede crecer "tranquilamente al 7% u 8%" anual.
Luis Caputo ratificó que el Gobierno de La Libertad Avanza (LLA) mantendrá el sistema de bandas en la cotización del dólar oficial, una herramienta que -según el ministro- otorga previsibilidad en un contexto de alta vulnerabilidad económica. En su exposición durante el Ciclo de Conferencias del Centro de Investigaciones para el Desarrollo del Seguro (CIDES), sostuvo que “Argentina es un país muy sensible a cualquier shock” y que, por ese motivo, “no puede ir a una flotación libre” por el momento.
El funcionario explicó que la decisión de mantener el esquema responde a la necesidad de evitar saltos bruscos en el tipo de cambio y garantizar un marco de estabilidad mientras la economía continúa su proceso de ordenamiento. “Algunos proponen liberar el dólar, pero eso no se puede hacer todavía. Argentina tiene una enorme volatilidad en la demanda de dinero y un mercado cambiario muy poco profundo”, argumentó ante empresarios y analistas.
El titular del Palacio de Hacienda enumeró tres factores que, según su visión, hacen que el sistema de bandas sea el más adecuado en la etapa actual. En primer lugar, mencionó la volatilidad monetaria como una característica estructural del país, lo que dificulta adoptar una flotación plena. En segundo término, advirtió que el mercado local de cambios aún no tiene suficiente volumen: “Después de dos horas de apertura, se habían operado apenas 13 millones de dólares. En esas condiciones, no se puede pretender flotar libremente; sería una irresponsabilidad”.
El ministro agregó que un tercer elemento clave es la inestabilidad política, a la que consideró incompatible con una política cambiaria totalmente libre. “Para graduarnos como un país serio, necesitamos menos volatilidad política. No puede ser que cada dos años estemos debatiendo entre capitalismo o comunismo. Así es imposible sostener un rumbo económico”, dijo, en alusión a los ciclos de crisis que marcaron la historia reciente.
En esa línea, recordó que la Argentina ya experimentó escenarios similares, como el de 2019 durante la gestión de Mauricio Macri, cuando una derrota electoral precipitó la vuelta del cepo. “No podemos tener flotación, cepo, flotación, cepo. Las bandas son una forma de flotar de manera previsible, sin sobresaltos para la gente”, concluyó.
Además, se mostró optimista sobre el futuro económico del país. Aseguró que, si se mantiene la estabilidad lograda en los últimos meses, la Argentina puede crecer “tranquilamente al 7 u 8 por ciento anual”. Según el ministro, la clave será sostener las reformas estructurales impulsadas por el Gobierno y mantener la disciplina fiscal.
Su exposición dejó en claro que, al menos por ahora, el equipo económico no planea alterar la estrategia cambiaria. “Estamos en un proceso de reconstrucción de confianza”, resumió, dejando la puerta abierta a una eventual liberalización, pero solo “cuando las condiciones estén dadas y el país esté preparado para resistir los impactos externos”.
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