Alejandra Maglietti se quebró ante Mirtha Legrand afectada por la explosión en Ezeiza

Espectáculos

La panelista habló en La Noche de Mirtha sobre el desesperante episodio del 14 de noviembre en Ezeiza y el enorme desafío que hoy enfrenta el padre de su hijo tras el siniestro.

A lo largo de la última emisión de La Noche de Mirtha, Alejandra Maglietti sorprendió al revelar entre lágrimas el drama que atraviesa su pareja luego de la explosión registrada en Ezeiza el pasado 14 de noviembre, un hecho que dañó gravemente la fábrica que él administra. Sin alterar la información central, la modelo relató cómo este suceso cambió por completo el panorama laboral y emocional de su compañero.

En ese contexto, la panelista confirmó que su novio —cuya identidad prefirió mantener en reserva— es el propietario de la planta afectada. Con la voz quebrada, recordó el momento de mayor desesperación: “Tengo un mensaje de él que no puedo volver a escuchar porque me destruye. ‘Se quema la fábrica, se quema la fábrica’, me dice”.

Al profundizar en lo ocurrido, Maglietti subrayó que solo un “milagro” impidió que el episodio terminara en una tragedia mayor. “No hubo ningún herido. Por suerte él no estaba en la fábrica, se había ido hacía poco”, expresó. Aunque parte de las instalaciones resistieron, la necesidad de reconstrucción es inmediata y demandará un trabajo sostenido.

El punto que más inquieta a la modelo es el compromiso social que recae sobre su pareja. Tal como detalló, “Hay 120 familias que dependen de la fábrica. Ahora está haciendo frente a los sueldos, a poder pagar los aguinaldos, poder ayudar a todos”, dijo, destacando el esfuerzo que realiza en plena crisis.

Por el momento, los dueños del establecimiento aguardan la finalización de las pericias judiciales para volver a ingresar y comenzar con la reconstrucción completa del lugar siniestrado.

Embed - El drama familiar de Maglietti: la fábrica de su pareja se incendió en el polo industrial de Ezeiza

Preocupante: se reactivó el incendio del Parque Industrial de Ezeiza

Tras una semana de la explosión aún se reactivó el fuego en uno de los galpones de Logischem, ubicado en el Polígono Industrial de Spegazzini, en Ezeiza. Esto genera preocupación creciente entre las empresas aledañas. Los bomberos ya están en el predio pero no pueden ingresar: están esperando la orden de la fiscalía para actuar y apagar el foco activo.

En la escena, hay restos de escombros, estructuras destruidas y una humareda densa que complica la visibilidad y preocupa por posibles riesgos.

Qué gases originaron el incendio en el Polígono Industrial de Ezeiza

La Justicia bonaerense inició en las últimas horas el trabajo de reconstruir qué pasó en el Polo Industrial Spegazzini, partido de Ezeiza, donde el viernes pasado se produjo una explosión en un depósito que pronto invadió las instalaciones de varias otras plantas. Con focos de incendio aún activos, este lunes salió a la luz qué produjo la deflagración.

La explosión se produjo cerca de las 20.30 del viernes 14 de noviembre en uno de los depósitos de la compañía Logischem S.A., y luego se extendió a las instalaciones de Lago Plásticos -que produce ítems de ese material inflamable-; al Larocca Minería, que fabrica neumáticos, y al archivo de papeles de la firma Iron Mountain, que quedó completamente destruido por el incendio.

El presidente de Logischem, Pablo Celhabe, detalló según el sitio Infobae que la firma tenía al menos cinco depósitos en el predio, de los cuales la mayoría servía para almacenar químicos y garrafas de gas butano u otras sustancias altamente inflamables.

  • El primer galpón, de 500m2, estaba vacío pero destinado a maquinaria.
  • El segundo, de 1500 m2, era considerado "el de inflamables" porque contenía tambores de 200L, garrafas de 200g de gas butano (como para mechero portátil).
  • El tercer galpón de Logischem medía 2000 m2 y contenía cargas generales.
  • En el cuarto galpón, también de 2000 m2, almacenaban sustancias químicas peligrosas, que son las que empeoraron la situación una vez en contacto con las llamas.

    En ese cuarto galpón había sustancias oxidantes, como Hidrosulfito de sodio, que reacciona con el agua y libera gases inflamables, o el aluminio metálico, que también reacciona con agua.

    Para colmo de males, en el mismo galpón se habían almacenado 30 garrafas de 50 kilos bromuro de metilo al 100%, que es un corrosivo que puede dañar metales, tejidos varios y hasta contenedores. También había fósforo sólido, que puede inflamarse espontáneamente; aluminio, que reacciona con agua formando hidrógeno, un gas explosivo; cianuro (en cuñetes de 50 kg.), que si reacciona con ácidos produce gas cianhídrico.

  • El quinto galpón mencionado por Celhabe medía 3000 m2 y estaba destinado a cargas generales de farmacéuticos, que no suelen ser sustancias peligrosas en contacto con el agua o fuego.
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