La tajante respuesta de Ginette Reynal a las críticas por el romance con su primo
La actriz admitió que estará enamorada "por el resto de su vida" de su familiar. También contó que una prima se casó con su ex marido.
El sábado, Ginette Reynal realizó una sorpresiva confesión al revelar que mantuvo una relación amorosa durante tres años con un primo hermano, siete años menor que ella, del cual piensa que “estará enamorada” por el resto de su vida. “El incesto no es raro, es maravilloso”, definió la actriz.
Fue en uno de los habituales segmentos "PH: Podemos Hablar", su conductor, Andy Kusnetzoff, pidió a los invitados que avancen al denominado punto de encuentros aquellos que tuvieron amores prohibidos.
La confesión de Reynal tuvo una gran repercusión y no faltaron memes ni reacciones en los que fue duramente cuestionada. Por ese motivo, decidió realizar un posteo en el que dejó en claro que no le interesan las opiniones malintencionadas.
“Gracias por todos los mensajes divinos de amor que recibí. A los demás, que usan el ingenio para contestar mientras no viven y hablan por deporte, les deseo lo mejor”, expuso con ironía en una historia de Instagram a partir de la gran repercusión que tuvo su paso por el ciclo que conduce Andy Kusnetzoff.
Ginette Reynal: “Mi prima se casó con mi marido y tuvo dos hijos”
En medio de la confesión sobre la relación con su primo, Reynal abrió un pequeño paréntesis para contar otra intrincada historia familiar. Dijo que una prima suya se casó con su primer marido y que juntos tuvieron dos hijos.
“Yo estaba separada. Se enamoraron, se casaron y mis (dos) hijos son primos segundos y medios hermanos de sus primos”, expresó, la actriz, madre también de otro varón producto de su relación con Pando, quien se excusó en que “hay un eclipse y hay que sacar todo”. “Yo me lo tomé muy a pecho. Me va a odiar mi familia, pero es así”, dijo entre risas.
Reynal aceptó que conocer esa relación fue “horrible”. “Me enteré porque vino otra prima mía a contármelo y yo la saqué zapateando. La eché de mi casa y no le creí. Cuando ella se fue, vino la chica que cuidaba a mis hijos y me dijo ‘señora, es verdad lo que le está contando’”, indicó.
Sin embargo, dejó que el tiempo pusiera las cosas en su lugar. “No dije nada. Dije ‘estos platos se comen fríos’. Esperé a que ella me lo venga a contar. Vino y me lo dijo, y yo no escuché demasiado”, comentó.
“Básicamente le dije ‘nena, vivís en Argentina, un país machista, ¿a quién creés que van a odiar, a vos o a mi? Me conocés y sabés la problemática interna, ¿vos pensás que va a ser diferente? Después se casaron, por iglesia y de blanco. Es loquísimo”, manifestó.
Y completó si historia con una reflexión: “Estuve mucho tiempo peleada con ella y un día entendí que nadie es dueño de nadie y nadie le hace nada a nadie, sino que se lo hace a sí mismo”.
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