Las mejor y peor vestidas de los Oscar, según pasan los años

Espectáculos

El galardón más preciado entre las damas no es la estatuilla de la Academia, sino el título de la más elegante en la alfombra roja. ¿Quién ganará este año?

Al margen de la satisfacción de recibir un premio por la labor en una película, la mayoría de las actrices que concurren a la entrega de los premios Oscar de la Academia no sólo quieren una estatuilla, sino también un título especial: el de la más elegante. Y, como contraparte, las damas de Hollywood le rehúyen al mote de "mal vestida", aunque a veces no les quede bien ningún otro.

El Top 5 de las mejores vestidas incluye a la actriz Michelle Williams, quien en 2006 conquistó al público con un modelo de la diseñadora Vera Wang en amarillo furioso. Lejos de creer en la cábala teatral sobre la mala suerte que trae ese color, la rubia fue una de las más elegantes de la noche, aunque no se llevó una estatuilla. Quizás elegirá otro color la próxima.

Las que sí se vistieron acorde a sus posiciones de ganadoras fueron Gwyneth Paltrow, quien se quedó con la estatuilla por "Shakespeare apasionado" con un modelo en rosa de la casa Ralph Lauren en 1999, y Julia Roberts con su modelo azul de Valentino en forma de "Y", que lució al recibir su Oscar en 2001 por "Erin Brokovich".

Además, la diminuta Hillary Swank deslumbró con su espalda descubierta y ganó su estatuilla por Mejor Actriz en "Million Dollar Baby" en 2005 y la escultural Halle Berry, quien sorprendió con su vestido bordado con flores y pájaros sobre un fondo transparente en la edición número 74 de los premios, realizada en 2002.

Pero, como siempre en el mundo de la moda, hay cosas que están "in" y otras que están de sobra. Tal fue el caso del "traje de gala" que lució la cantante canadiense Celine Dion, recordada por ponerse un conjunto de pantalón, chaqueta al revés y sombrero en blanco que dio mucho de qué hablar en 1999, cuando estuvo nominada por "My heart will go on", el tema central de la película "Titanic".

Sin embargo, el intento de osadía de Dion quedó muy corto al lado de otras damas del espectáculo, como la cantante islandesa Björk, quien será por siempre recordada por el cisne de utilería que decidió usar como vestido en la entrega de los Oscar de 2001.

Quizás la islandesa compita por un margen estrecho con otra cantante pop, nada menos que la diva Cher, quien en 1986 se robó el show de los Oscar con su modelo revelador en negro (claro, el físico le permitía mostrar su abdomen chato como una tabla) que estaba coronado por un tocado de plumas.

La usualmente distinguida Kate Hudson tuvo un trapié en la entrega de 2001 cuando decidió adoptar el look "abuelita hot" y dio en ponerse una suerte de mañanita con flecos que combinó con rulos perfectamente sostenidos con generosas cantidades de laca. En el quinto puesto de las peores ataviadas aparece Geena Davis, quien opacó su talento en 1992 con un vestido que era demasiado ajustado, demasiado ochentoso y demasiado... demasiado.

En cambio, Gwyneth Paltrow es un extraño caso de cómo se puede ser la más linda y la más desarreglada al mismo tiempo, ya que su número rosado de Ralph Lauren quedó opacado en 2002 por su look "emo" creado por el diseñador Alexander McQueen, un verdadero genio incomprendido de la moda.

Temas

Dejá tu comentario